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Requena (23/12/17) Aymara Carrascosa -The Pink World from Requena

“Sálvame”… La Telenovela.

El periodista Gustavo González y la actriz María Lapiedra son los protagonistas del culebrón de moda patrocinado por Telecinco.

Gustavo González ha pasado de paparazzi a convertirse en personaje del corazón. El era un marido amantísimo en un matrimonio de 30 años, y padre de cuatro hijos, hasta que decidió poner punto y final a su relación. La causa, una relación extramatrimonial con la ex actriz porno María Lapiedra que ya duraba ocho años.

Este verano ella hizo pública su relación, pero nadie quiso creer que fueron más que unos amantes ocasionales. Hasta que el propio González reconoció en la revista «Diez Minutos» que lo que otros llamaban “ocasional” había durado siete años.

La colaboradora de «Cazamariposas» en un ataque de celos sin sentido, ya que (supuestamente) estaba felizmente casada y hacia poco que había tenido a su segunda hija, daba algunos detalles en «Sálvame» sobre los problemas de mantener una doble vida y comentaba que el colaborador había sido hasta el momento su mejor amante.

El pasado sábado la filóloga acudió al espacio conducido por Jorge Javier Vázquez, para enfrentarse a las preguntas del polígrafo de Conchita. Allí confesó que había acabado su matrimonio para iniciar una relación con González.

María conto como empezó todo “cuando yo conocí a Gustavo, estaba soltera, él me decía que se iba a separar a su mujer. Yo estuve esperando pero no tuve paciencia y empecé a salir con Joan Laporta. Después empecé con Mark para olvidar a Gustavo y me quede embarazada”.

Confesó que se casó con su marido enamorada de Gustavo, que intercambiaron mensajes durante su luna de miel. Y a los tres meses de la boda, el periodista y ella volvían a mantener relaciones sexuales.  “Mi marido ha sido consciente y consentidor de mi relación. Cuando me pillaba mensajes, yo le pedía perdón y me perdonaba. Pero luego Gustavo me mandaba unas rosas llamándome Pascualina, que sólo me llama así él, y volvía a enfadarse. Aguantaba porque somos una familia”.

Esa misma noche aseguro en el programa que iba a dormir junto al colaborador. Pero nada más lejos de la realidad, en una vuelta de tuerca, el programa localizo a González que entro en directo, pero se negó a hablar con la que fuera su amante. Por si fuera poco aseguró que se marchaba de la ciudad, dejándola sola. Así pues el sábado en directo la actriz se quedaba sin marido y sin Gustavo.

Ante la espantada del “amor de su vida” aseguró que solo lo hacía porque estaba enfadado, y que tenía esperanzas de que las cosas pudieran arreglarse con el tiempo. Esta semana la exactriz porno aseguraba entre lágrimas, que no quería volver a saber nada de él… al igual que hizo el paparazzi sobre ella.

Pero aquí no acaba la historia, esta semana se descubría que habían pasado la noche juntos. Fue una llamada del fotógrafo lo que hizo cambiar de opinión a Lapiedra y la convenció para encontrarse en un bar cercano. Tuvieron una conversación, cenaron y se marcharon por separado para no ser pillados por los paparazzis. Sin embargo, ambos terminaron en el mismo sitio: el piso de Gustavo González, donde pasaron toda la noche juntos.

Todo esto hace cobrar con más fuerza la idea de que todo puede ser un montaje estudiado para ganar dinero en los platós de televisión y participar en la nueva edición de Supervivientes.

Y al parecer en próximas entregas Mark Hamilton marido de María Lapiedra podría sentarse en el plato donde se está fraguando todo este culebrón.

Según dicen, el arquitecto deshoja la margarita de la televisión, ya que le han propuesto acudir al Deluxe para dar su versión. Él quiere, aunque le frena su familia completamente reacia a este mundo.

Dicen que María es la primera que anima el padre de sus hijas para que acuda a un plató. Y le ha propuesto que lo haga de la mano de personas de su total confianza. Él quiere dar el paso le falta saber cuánto vale su testimonio, ya se sabe que «Las penas con pan, son menos penas» y hay que sacar el máximo jugo posible a esta surrealista historia.

Tal vez haya nacido otra estrella en el circo televisivo.

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