EL OBSERVATORIO DEL TEJO. JULIÁN SÁNCHEZ
Estábamos seguros, como consecuencia de conocer el percal con el que nuestros políticos lidian, que en cuanto alguna clase de elecciones surgiera por el horizonte, nuestro gobierno procedería a anunciar alguna bajada de impuestos al respecto, Lo que también veníamos a ser conscientes venía a ser de la idea que dicho anuncio habría que cogerlo con las correspondientes pinzas y examinarlo más que exhaustivamente. Lo dicho, a gato escaldado con agua de hielo es suficiente.
El documento encargado a la comisión de expertos por el propio gobierno, denominada “Comisión Lagares “, en referencia a su presidente D. Manuel Lagares, supera las 400 páginas. Incluye una modificación drástica de todo el sistema impositivo. Los nueve sabios componentes de dicha comisión, proponen una rebaja de entre cinco y diez puntos en el impuesto sobre sociedades, cuyo tipo general se sitúa actualmente en el 30%. Esta medida viene acompañada por el anuncio de una supresión generalizada de incentivos fiscales, algunos de ellos tan importantes como los tipos reducidos para las pymes o la deducción por reinversión de beneficios. Concretamente la comisión recomienda eliminar la importante deducción por reinversión de beneficios, por actividades en I+D+i y también los incentivos ligados a la creación de empleo.
El informe incluye también la propuesta de suprimir los tipos reducidos para las pymes, que actualmente tributan con carácter general actualmente al 25%, cuyo porcentaje puede bajar hasta el 20% y el 15% bajo determinadas condiciones. El presidente de la comisión, Manuel Lagares, siempre ha defendido que establecer tipos menores para las empresas en función de su tamaño provoca “errores de salto” y argumenta que los regímenes especiales para las empresas de baja dimensión desincentivan el crecimiento empresarial y, por lo tanto, también la competitividad de la economía.
Lo primero que observamos viene a ser la contradicción de las medidas propuestas en este sentido con normas establecidas como medidas estrella por el propio gobierno tal y como podemos considerar la Ley de Emprendedores, que vino a fijar un conjunto de incentivos fiscales en el impuesto sobre sociedades en función del tamaño de las empresas. Ahora parece ser que el gobierno valora la propuesta y no mira mal la posible reducción del tipo nominal en el impuesto sobres sociedades y una supresión de beneficios fiscales.
En lo referente al IRPF, los expertos abogan por una rebaja de tipos, pero también proponen que la vivienda habitual se incluya en la imputación de rentas inmobiliarias. En lo referente al impuesto sobre sucesiones, la comisión, recomienda también fijar unos tipos mínimos en el conjunto de las comunidades.
Frente a dicha propuesta de bajada de tipos, la comisión plantea una serie de contramedidas que vienen a poner la cosa bastante en cuestión la supuesta bajada prevista, o sea que, con una mano te lo doy y con otra te lo quito y me explico:
En referencia a los propietarios de vivienda, la comisión propone que el impuesto incorpore una imputación de renta inmobiliaria por la vivienda habitual, que actualmente estaba exenta. La legislación vigente solo obliga a aplicar un tipo del 1,1% en referencia el valor catastral de segundas y ulteriores viviendas, ahora también habría que pagar por la vivienda habitual. En este mismo sentido, el informe también aboga por suprimir la deducción por vivienda habitual con carácter retroactivo, pero, en este caso, si hacemos caso a lo anunciado por el propio gobierno a través de su vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, esta es una medida que Hacienda no se plantea adoptar. De hecho, el Ejecutivo ya eliminó el beneficio fiscal para los contribuyentes que compraron su casa a partir de enero de 2013, un incentivo que actualmente solo pueden aplicarse aquellos que adquirieron su vivienda con anterioridad a esa fecha. De todas formas estimo que, de adoptarse, la medida daría paso a bastantes recursos de inconstitucionalidad al respecto.
En lo referente a sucesiones, la comisión establece el agravio comparativo de unificar el impuesto en todas las comunidades, dándose la circunstancia de que, con dicha propuesta, caso de llevarse a cabo, saldrían perjudicados los contribuyentes de las comunidades que mejor actuación llevaron a cabo en relación al control del déficit. Por ejemplo; el ahorro de Madrid resultaría agraviado por el derroche de Cataluña, en consecuencia dicha medida adolecería de una total inconsecuencia.
Y donde se propone un aumento significativo en orden a compensar las rebajas del IRPF viene a ser en los impuestos al consumo, especialmente el IVA, especialmente la propuesta se plantea para cuando supuestamente baje en déficit de la seguridad social. A este respecto los expertos sugieren que bienes y servicios que tributan al tipo reducido pasen al general. Es una opinión que también comparte la Comisión Europea. Hacienda ya ha anunciado en diversas ocasiones que no se plantea un incremento del principal impuesto indirecto. En cualquier caso, la posibilidad de reclasificar productos sí que está encima de la mesa, de hecho, una sentencia de Bruselas obliga a elevar el llamado IVA sanitario.
Pero lo que puede afectar gravemente a nuestra economía comarcal viene a ser en la propuesta establecida en el capítulo de impuestos especiales, en su recomendación 85 la comisión recomienda tomar una medida auténticamente revolucionaria en España y gravosa, como decimos para nuestro entorno, dicha recomendación viene a constar sobre la posibilidad de establecer un impuesto a tipo muy reducido sobre el vino «como recientemente se ha hecho en Francia». Ya no faltaba otra cosa a nuestra sufrida viticultura. Sobre los alcoholes en general fija que se debería incrementar progresivamente la imposición sobre el alcohol hasta alcanzar la media de la Unión Europea y revisar periódicamente los tipos específicos para conseguir que se mantenga el peso de la imposición sobre el precio final».
Otro palo lo viene a recibir el consumo de tabaco, el informe de los expertos sobre la reforma fiscal asegura que «debe continuarse la política de igualar la imposición de las labores del tabaco distintas a los cigarrillos a la imposición de estos últimos para evitar el trasvase de consumo». Además se recomienda la revisión periódica de dicho impuesto.
Lo dicho, la propuesta aparenta el intento de “aliviar” la imposición a las rentas de trabajo, pero a costa de gravar otras importantes como el consumo y las imposiciones a las pymes, agricultura y otras, a los efectos de propiciar el equilibrio de la balanza y recomienda además el ahorro a los efectos de tratar de disminuir el enorme déficit de cuenta corriente del propio estado. Me pregunto yo de donde va a salir el ahorro con ese supuesto incremento de precios que la comisión propone. Mejor sería tratar de aligerar pasivos mediante el control del gasto público en dispendios y despilfarros, corruptelas y privilegios, los cuales se vienen produciendo en nuestro país desde hace tiempo a derecha e izquierda sin que nadie aparentemente intente poner fin.
Dejemos que el gobierno asimile las propuestas y dispongámonos a observar sus consecuencias, mejor nos precipitamos cuerpo a tierra por si las moscas.
Julián Sánchez