Requena (02/12/17) Aymara Carrascosa- The Pink World from Requena
Tras varios días de ser un secreto a voces el posible anuncio de boda, la Casa Real británica confirmaba que Harry de 33 años, y su novia la actriz Meghan Markle de 36, se casarán la próxima primavera.
El encargado de confirmarlo fue el príncipe Carlos, que dio la noticia a través de un comunicado difundido a través del Twitter de Clarence House (su residencia oficial):
«Su Alteza Real, el príncipe de Gales, está encantado de anunciar el compromiso del príncipe Enrique con la señorita Meghan Markle. La boda se celebrará en la primavera de 2018. El resto de detalles sobre el día de la boda serán anunciados cuando llegue el momento adecuado”
Horas después del anuncio, la pareja posaba durante unos minutos para los numerosos medios congregados en el “White Garden” de Kensington, un jardín de flores dedicado a la memoria de la princesa Diana.
La pedida de mano tuvo lugar el pasado mes de noviembre en Londres. En la entrevista posterior al posado el príncipe lo contaba así: “Fue hace unas semanas, a principios de este mes, aquí en nuestro apartamento; era una noche normal para nosotros. Estábamos intentando cocinar pollo asado»
«Para mí fue una gran sorpresa. Fue muy dulce, natural y romántico. Él se puso de rodillas y apenas dejé que terminara. Le dije: «¿Puedo decir que ‘sí’ ya?», añadía Meghan sobre la proposición.
El anillo de compromiso es de oro amarillo y ha sido diseñado personalmente por el propio Harry. Para su fabricación se han usado tres diamantes: el central y principal proviene de Botsuana, y los otros dos son de la colección privada de Lady Di. «Una parte de ella está ahora con nosotros gracias al anillo. Es perfecto» – comentaba Meghan sobre el hecho de que pertenecieran a Diana
La novia ya conoce a toda la familia Windsor. Ha tomado el té con Isabel II y asegura que la duquesa de Cambridge es «maravillosa».
Meghan es estadounidense, nacida en Los Ángeles, como la bisabuela de la princesa Diana, Frances Eleanor Work. La millonaria estadounidense que contrajo matrimonio en 1880 con el aristócrata inglés James Boothby Burke Roche, tercer barón Fermoy, que tenía muchos títulos, pero cuya familia estaba arruinada. El matrimonio tuvo cuatro hijos: Eileen, Cynthia y los gemelos Edmund y Francis. Edmund se casó con la bella Ruth Gill, del matrimonio nació Frances Ruth, madre de Diana
La futura princesa no es la primera actriz de la realeza, y al igual que le sucedió a Grace Kelly cuando se convirtió en princesa de Mónaco tendrá que dejar la interpretación. Meghan es conocida por su papel de abogada en la ‘Suites’, una de las más vistas en Netflix.
Sí será la primera católica en contraer matrimonio con un Windsor. De padre blanco con ascendencia irlandesa y madre afroamericana, esta joven “medio blanca, medio negra” como ella misma se define será la primera mestiza que formara parte de la Casa Windsor
Aunque no hay nada confirmado, se especula que tras su boda Harry y Meghan se convertirán en duques de Sussex y vivirán en “Nottingham Cottage”, una casa ubicada en el recinto de Kensington Palace, donde serán vecinos del príncipe Guillermo y Kate Middleton
Al igual que Letizia Ortiz, es periodista y divorciada. El primer marido de Meghan Markle es un productor de cine y televisión, a quien conoció en 2004. En 2011 después de seis años de noviazgo, decidieron casarse. Pero tan solo dos años después su relación terminó y en 2013 firmaron los papeles del divorcio aludiendo “diferencias irreconciliables”.
Megan, americana y divorciada nos hace rememorar a la mujer que convirtió en reina a Isabel II, Wallis Simpson. Pero a diferencia de Wallis, a la actriz le espera una vida de ensueño. A Meghan, la llamarán alteza real, y no recaerá sobre ella la presión de traer al mundo a herederos. El hijo pequeño de Lady Di tiene lejos la posibilidad de convertirse algún día en rey. El siempre rebelde Harry es actualmente el quinto en la línea de sucesión y pasará a ser el sexto en abril cuando Guillermo y Kate (otra mujer sin sangre azul que acabará siendo reina consorte) tengan a su tercer hijo.
Porque los orígenes o el estado civil de Meghan, lejos de poner en peligro la monarquía la convierten en el mejor filón para darle al palacio un aire de modernidad y globalización en estos tiempo modernos. Algo que esta pasando últimamente en las casas reales. Y es que lo que se lleva ahora es precisamente no tener sangre azul. ¡Ay, si la pobre Wallis levantara la cabeza!