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Requena (20/10/18) The Pink World from Requena – Aymara Carrascosa

El pasado viernes 12 de octubre del 2018 la Princesa Eugenia de York se casaba con su novio, Jack Brooksbank en la Capilla San Jorge en el Castillo de Windsor, el mismo lugar donde en mayo vimos casarse a Harry y Meghan, que este lunes anunciaban que están esperando a su primer hijo para la próxima primavera.

Las comparaciones entre ambas bodas fueron inevitables y el clima no fue tan clemente en esta ocasión, debido al viento, las invitadas tuvieron que sujetarse los sombreros para evitar que volaran. Como anécdota la de Lady Louise, prima de la novia, la hija del príncipe Eduardo fue traicionada por el aire al entrar en la capilla. El viento levanto su vestido y dejo a la vista su ropa interior. Ella era la encargada del cortejo nupcial de ocho niños y niñas vestidos con diseños “made in Spain”. En el grupo estaban los hijos mayores de los duques de Cambridge, George y Charlotte; y Theodora Williams, hija del cantante Robbie Williams.

Entre los invitados muchos famosos: las actrices Liv Tyler y Demi Moore; las modelos Naomi Campbell y Kate Moss que asistió acompañada de su hija; los cantantes Robbie Williams, Ricky Martin y James Blunt. También la familia real Británica casi al completo, con la comentada ausencia de Camilla Parker, de la que dicen no se lleva demasiado bien con el príncipe Andrés y bajo la excusa de que dio prioridad la visita de una escuela en Escocia.

La novia, novena en la línea de sucesión al trono llego acompañada de su padre el príncipe Andrés, y sorprendiendo a todos al ir sin velo. Y un escote en la espalda que enmarcaba la cicatriz que le quedó en su columna tras la operación para corregir su escoliosis a los 12 años.

Lucía un vestido de los diseñadores Christopher De Vos y Peter Pilotto. De doble escote en ‘V’, manga larga y falda abullonada con cola. El diseño poseía símbolos que representan diferentes aspectos de las historias de los novios: un cardo en representación de Escocia; un trébol en honor a Irlanda, como un guiño a la familia Ferguson de la novia; la rosa York y la hiedra que representa la casa de la pareja. El escote en la espalda de forma que dejara a la vista la cicatriz fue una petición especial de Eugenia a los diseñadores.

La novia adornaba su cabeza con la tiara Greville, de la reina Isabel II, realizada con diamantes de talla rosa y brillante engastados en platino, con seis esmeraldas pequeñas en cada lateral y una grande en el centro. Muchos esperaban que luciese la tiara York, el regalo de boda que la Reina y el duque de Edimburgo hicieron a Sarah Ferguson cuando contrajo matrimonio con el príncipe Andrés y que lució el día de su boda. Pero al igual que ha hecho al no llevar velo, Eugenia se saltaba también la tradición por la que las hijas de la familia Windsor deben lucir la misma tiara que llevaron sus madres y optaba por una tiara totalmente inesperada. La Princesa acompañado la tiara con unos pendientes de diamantes y esmeraldas, un regalo del novio.

La hija del príncipe Andrés y Sarah Ferguson si ha decidido mantener intactas la costumbre de las novias Windsor en la que  depositan su ramo en la Tumba del soldado desconocido y la de llevar un ramito de mirto en el ramo nupcial. Que también estaba compuesto por lirios del valle, jazmines, cardos azules, rosas blancas y hiedra

Respecto a la ceremonia aportar solo que Andrea Bocelli emocionó con su ‘Ave María’ y la hermana de la novia, la princesa Beatriz, sorprendido a todos leyendo un fragmento de El gran Gastby. «Dios salve a la reina» fue el himno que cerró la ceremonia religiosa y que casi hace saltar las lágrimas a la novia. Una vez convertidos en marido y mujer salieron sonrientes de la iglesia y se dieron un beso, a pie de escalinata.

A mediodía los 800 invitados asistieron a la comida ofrecida por la reina Isabel en el castillo de Windsor y por la noche a la fiesta en la residencia del príncipe Andrés.

Para la fiesta ofrecida por el príncipe Andrés en su residencia oficial, Royal Lodge, a escasos kilómetros del castillo de Windsor, la princesa, su madre y algunas de las invitadas decidieron cambiarse de ropa.

Eugenia se decantó por un vestido de manga larga de falda plisada con vuelo y cuerpo ceñido que acentuaba su silueta. Este segundo vestido diseñado por Zac Posen. La princesa conservó los pendientes de diamantes y esmeraldas. Además escogió una pieza muy especial para su pelo, un pasador en forma de espiga de la reina Victoria y que en la actualidad pertenece a Isabel II.

Otra cosa que diferencia a Eugenia y Jack Brooksbank con Harry y Meghan, es que los recién casados se van a quedar sin título, al contrario que los Duques de Sussex, título que la reina otorgo a Harry y su esposa tras la boda.

Eugenia seguirá siendo su Alteza Real la princesa y señora Brooksbank, pero para el novio no hay un conde de Northallerton como se había rumoreado, lo que al príncipe Andrés le parece un “drama monárquico”.

Otra pareja que se ha casado recientemente, son los Duques de Huescar, herederos del Ducado de Alba.

El 6 de octubre contraían matrimonio Fernando Fitz-James y Sofía Palazuelo, ante a unos 700 invitados de la nobleza, artistas, personajes ilustres. Con la presencia de la reina Sofía en representación de la Casa Real. Una boda excesivamente plana en los jardines del Palacio de Liria, puesto que el actual duque de Alba y padre del novio, no permitió a la pareja casarse en la capilla de Liria.

Tal fue el enfado de la novia que decidió no llevar ninguna de las dos tiaras de los Alba en el día de su boda, en su lugar lució un tocado de plumas blanca.

Sofía escogía un vestido diseñado por su tía, la diseñadora de novias Teresa Palazuelo. La futura Duquesa de Alba demostró que lo suyo es la sencillez, con un diseño sin adornos en línea A de organza, de manga corta y escote en V, del que colgaba un largo velo de tul a modo de capa que salía de los hombros. Los zapatos eran unos discretos stilettos en color crema.

Como complementos, la novia ha decidido prescindir de velo y las tiaras. Optó por un recogido de moño bajo con un tocado realizado a base de plumas blancas. Como única joya unos sencillos pendientes de brillantes, y un ramo de flores de aire silvestre a base de rosas blancas y hojas verdes.

Fernando llegaba a la ceremonia del brazo de su madre Matilde Solis, que lucía un vestido azul de Lorenzo Caprile con la tradicional mantilla de madrina en encaje negro. El novio lucía el uniforme de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, uniforme con el que se casaron su padre y su abuelo.

Otra pareja que planean su boda para estos próximos días son Elena Tablada y Javier Ungrí. La pareja que se conoció hace dos años y medio se dio el ‘sí, quiero’ el pasado 15 de agosto en una ceremonia civil en Miami. Y el 8 de diciembre celebrara su boda religiosa, en Cuba, país de origen de la familia de Elena.

Otra novia a la que no le asusta el frío para su boda al igual que la duquesa de Huéscar, Sofía Palazuelo; o la princesa Eugenia de York es a la heredera del imperio Inditex.

Para Marta Ortega es la segunda vez que se casa y la segunda que elige un mes atípico para ello. Su primera boda, con el jinete Sergio Álvarez-Moya, fue un sábado 18 de febrero de 2012, y esta segunda vez no será en sábado.

Será viernes 16 de noviembre el día elegido para el ‘sí, quiero’ de la hija de Amancio Ortega, y Carlos Torretta, hijo del diseñador Roberto Torretta, tras dos años de noviazgo.

El mundo de la moda se prepara para evento de una ceremonia civil en la casa familiar de A Coruña, junto al Real Club Náutico. Lo harán solo ante la familia directa.  A continuación, el banquete se servirá en el Real Club Náutico. Allí sí acudirán todos los invitados, no solo la familia. Ya el sábado 17, se celebrará una fiesta nocturna en el centro hípico familiar de Casas Novas, en Arteixo para varios centenares.

Y nosotros a pesar de no estar invitados… os lo contaremos todo.

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