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Requena (10/11/18) The Pink World from Requena// Aymara Carrascosa

La bomba informativa de la semana la ponía en su portada la revista Lecturas, en ella se anunciaba que la infanta Cristina prepara su divorcio de Iñaki Urdangarin. Según la publicación la hermana del Rey ya habría visitado un abogado experto en divorcios y estaría preparando su traslado a Madrid. El motivo es que hora se habría dado cuenta de que le molestó que Urdangarín le fuera infiel.

La información de Pilar Eyre estaba cogida con pinzas. En ella asegura que Cristina habría consultado a un abogado y que a pesar de seguir considerando a Urdangarín inocente, no olvida que le fue infiel con la mujer de uno de los testigos de su boda. Escribe Eyre que sus amigas y primos «no soportan a Iñaki» desde que se descubrió la infidelidad en el juicio.

El reportaje está ilustrado con fotos de archivo y también muestra la reforma del polémico palacete de Pedralbes. Este ha sido adquirido por un magnate hotelero de origen que lo estaría demoliéndolo para levantar apartamentos de lujo.

Según se la citada publicación esta decisión es «una de las condiciones que la Infanta debe aceptar para volver a la Familia Real, ya que su padre, Don Juan Carlos quiere verla lejos del ex deportista preso».

Pocas horas después de salir al quiosco la prensa rosa, llegaba el desmentido oficial del divorcio de Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarín. La infanta a través de su abogado Miquel Roca, cuyo bufete fue el encargado de defenderla en el juicio de Nóos, desmentía dicha información. «No tiene ningún tipo de fundamento esta noticia y está muy alejada de la realidad», ha dicho Roca.

No es la primera vez que se especula con su separación. El Rey Juan Carlos le instó a divorciarse, para evitar que su hija se viera arrastrada al banquillo por los chanchullos del yerno, algo que acabó ocurriendo. También para impedir que la Corona se viera salpicada por el escándalo Nóos. De hecho en 2013 estaba previsto que solo se afincaran en Ginebra, Cristina y sus hijos, aunque poco después se les unió Iñaki. Esta es una unión que ha demostrado ser muy sólida, al menos hasta el momento, y se ha mantenido contra viento y marea.

La hija menor de los reyes Juan Carlos y Sofía volvía de lleno a la actualidad por su presencia en la imagen oficial del 80 cumpleaños de su madre este fin de semana.

En la foto tomada el pasado 2 de noviembre, día del 80 cumpleaños de Doña Sofía a la Infanta Cristina y sus hijos junto al resto de la Familia, Reyes Felipe y Letizia incluidos. La imagen daba a entender que la Infanta ha sido «rehabilitada» en su familia. La última vez vimos un posado así fue en el año 2011, el día de la primera comunión del menor de los hijos varones de los ex duques de Palma, Miguel Urdangarin. La diferencia entre ambas fotos es la ausencia de Urdangarin, que cumple condena en la cárcel de Brieva, cuando la comunión de Miguel, su padre aún no había sido imputado en el caso Nóos.

La foto, sigue el protocolo esperado, en primera fila los actuales reyes, con los eméritos, y sus dos nietas, Leonor y Sofía. En segunda fila vemos a ambas hermanas, casi codo con codo, las infantas Elena y Cristina, rodeadas por sus hijos.
El lenguaje corporal poco nos desvela, ya que es una foto protocolaria (salvo el detalle de que la reina coge de la mano a su hija Leonor), pero sí llama poderosamente la atención que la Infanta Cristina eligiera un intenso coral, que la hace inevitablemente ser el foco de atención. Sin duda es la figura que más destaca en la imagen, a lo que también contribuye su posición casi en el centro.

Con esta imagen puede darse por roto definitivamente el denominado “cordón sanitario” que se creó en torno a la infanta Cristina desde que fuera implicada en el Caso Nóos.

Los otros acontecimientos públicos en los que Cristina ha coincidido con su hermano en lo que ha durado su “destierro”, han sido casi siempre celebraciones religiosas.

Hay que remontarse a 2014 para encontrar una imagen de Cristina con su hermano y su cuñada. Fue en la celebración religiosa celebrada el 6 de marzo de 2014 en el cementerio real del Palacio de Tatoi, en Atenas, en recuerdo del rey Pablo I de Grecia, padre de la reina Sofía.

En 2015 se encontraban en el funeral de Kardam de Bulgaria en la iglesia de San Jerónimo el Real, en Madrid. Por entonces ninguna cámara pudo captar una imagen con Felipe y Letizia.

El año pasado, se conocía el veredicto del Caso Nóos, que exculpaba a la hija menor de los reyes eméritos, pero condenaba a prisión a su marido (seis años y tres meses). Y en el mes de mayo, Cristina coincidía con los reyes Felipe y Letizia en la capilla del Palacio Real en un funeral en memoria de Alicia de Borbón-Parma. Era la primera vez en todo este tiempo que pisaba oficialmente palacio…

La presencia de Cristina en la fiesta de cumpleaños de su madre, es un gran avance en su “rehabilitación” pública. Recordar que no acudió a la celebración del 80 cumpleaños de su padre, el pasado mes de enero. En la fotografía que se distribuyó de esta celebración en nada se parecía a la de este fin de semana. En aquella fotografía no estaban solo excluida la Infanta ni también sus hijos.

Este paso adelante hace pensar que a partir de ahora no sería extraño que la veamos con más frecuencia, junto a otros miembros de la familia del rey que no sean la reina Sofía o su hermana Elena. Tal vez para el próximo verano podría estar invitada en Marivent, como el resto de la familia. Sus hijos ya han estado allí en otras ocasiones en los momentos más delicados para el matrimonio Urdangarin, así que ahora no sería extraño que vuelva a la vida pública junto a su familia.

La hipotética separación de los ex-Duques de Palma hace recordar, la forma en la que se llevó a cabo el divorcio de Elena y Marichalar, de la que hace ahora once años.

Fue un 13 de noviembre de 2007 cuando el portavoz del Palacio de la Zarzuela pronunció las palabras «cese temporal de la convivencia» en referencia al matrimonio de la infanta Elena. Nunca un sinónimo de divorcio dio para tanta tertulia e incluso para bromear cotidianamente sobre estados civiles. Dos años después, en noviembre de 2009, firmaban su divorcio definitivo.

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