Requena da la cara contra la violencia de género
Leer más
Abierto el tráfico sobre el puente del río Magro en la N-322
Leer más
COVIÑAS celebra el Día Mundial del Vino Tinto con Veterum Tinajas
Leer más

EL BLOG DE BRAUDEL / JCPG

  1. Seguimos metidos en esta maldita crisis que estalló ya hace unos años. Hay que ver cuántas cosas le debemos. Para empezar el aumento de las desigualdades entre los propios ciudadanos. Se recorta el bienestar y quién sabe si no estamos creando ya 17 modelos sociales diferentes dentro de un mismo país.
  2. Muchos españoles han caído en la trampa. Es la trampa de la economía de la incultura que este capitalismo surgido de la caída del muro de Berlín ha ido tramando. Dejaron sus estudios en tiempos remotos. Ahora con cuarenta años largos, con hijos en edad de gastar, con necesidades propias de padres de familia, tienen que afrontar el paro y la incapacidad de encontrar acomodo en una sociedad laboral que ya no los necesita. Es una tragedia que puede tener una prolongación indefinida: esa generación quemada puede convertirse en algo permanente. ¿Qué pensar de un país que no ofrece trabajo ni educación al 30 % de sus jóvenes?
  3.  Me pregunto si los españoles no hemos sido educados precisamente para la pobreza. Hay razones para pensarlo. El Estado español lleva décadas y décadas invirtiendo poco y mal en educación, con una consecuencia trágica: los españoles llevan décadas y décadas estudiando menos que sus vecinos.

 

Pero, ¿acaso no tuvimos dinero para invertir a finales del siglo XX e inicios del XXI?. Pues claro que sí. En ese momento, el Estado y las empresas no hicieron nada. Los gobiernos siguieron manteniendo un sistema educativo ineficaz y nada igualitario (a pesar de lo que los voceros de la igualdad aparente quieren siempre difundir), en tanto el empresario se embolsaba los beneficios económicos sin mirar un poco por el pro-común. En lo que sí se invierte es en el dios fútbol.

4. La cosa tiene ya raíces antiguas. A través de la descentralización educativa y cultural del nuevo Estado autonómico, comenzó a proliferar un modelo educativo asimétrico. La desigualdad del gasto y las inversiones educativas han incrementado las diferencias educativas, culturales, entre las distintas comunidades autónomas (celosas, todas ellas, de sus prerrogativas en materia de educación e historia de las culturas, globales, nacionales, estatales, autonómicas). La proliferación de memorias históricas autistas, antagónicas, disloca y deshilacha cualquier tentativa de diálogo. Imposible el diálogo, las distintas enseñanzas públicas siembran la ignorancia, la incomprensión y el odio comunes. La historia de las comunidades se escribe de espaldas a su realidad histórica que no es otra que las fortísimas interacciones con sus vecinos, interacciones tan poderosas que han llegado a cristalizar en lo que hoy es España. A algunos jerifaltes de este mundo histórico-educativo-político-pesebrista no les vendría mal repasar una obra decimonónica como la Historia de Utiel, escrita por un admirable Miguel Ballesteros que aleja en todo momento el fantasma del localismo irracional para solidificar la historia utielana como fue: en intensa integración con sus vecinos.

5. Espero con ansia el viernes. A las 7 de la tarde Ricardo García Cárcel y Jaime Lamo de Espinosa han de lidiar con el tema de Teresa de Jesús, por aquello del aniversario. El primero ha escrito un libro que aún no he podido leer porque se acaba de editar. Como es casi habitual, Ricardo visita otros interrogantes: aquellos propios de nuestro tiempo; ¿por qué Teresa tuvo éxito en su labor mientras otras místicas del tiempo fracasaron? Además Teresa era de familia conversa, es decir, de más o menos, remotos orígenes judíos. ¿Asistiremos a una nueva visita a las rancias tesis del Américo Castro obsesionado con encontrar al converso en casi cualquier figura histórica de la España de los Austrias?

Lamo de Espinosa no hablará de temas agrarios, sino de fray Antonio de Heredia, ayudante y respaldo de la santa de Ávila. Todo un personaje este carmelita. ¿Podremos conocer ya por qué el convento carmelita de Requena no se reformó?

6. Cuando eres profesor de historia, siempre te tienes que enfrentar a una situación clave. No es que sea como la de Pablo de Tarso, derribado del caballo camino de Damasco, pero tiene su relevancia. Algunos de mis colegas, acaban o empiezan por preguntarte por qué los chavales tienen que saber en qué fecha ascendió al trono Felipe II o tuvo lugar la Segunda Guerra Mundial. Cuando esto sucede, mis argumentos empiezan a desvanecerse, porque ¿qué puede uno ofrecer al que carece de curiosidad intelectual? Si tengo ganas de guerra entro en el debate. ¿Para qué quieren saber fechas? Una fecha no sirve para nada. 50 fechas, sí. Y 100 aún son mejor. Los hechos se están quedando hoy sin nadie sin nadie que los defienda en lo pedagógico. La razón probable es que lo hechos son lo que son; no se pueden construir; están ya ahí delante de nosotros. Diríase que frente a los hechos lo que hace falta es tener la humildad receptiva suficiente para asumirlos. Pero lo receptivo despierta hoy en día demasiada desconfianza. Con respecto a la humildad, mejor lo dejamos para otro rato.
En Los Ruices, a 15 de abril de 2015.

Comparte: Evocaciones educativas