El emblemático estanque de Rozaleme ubicado a menos de un kilómetro del casco urbano de Requena, se encuentra en un estado de total abandono. Hasta hace una veintena de años se utilizó para embalsar agua destinada al riego de las huertas de su entorno, también abandonadas en la actualidad.
Desde hace muchos años la importante infraestructura no almacena una sola gota de agua; pues los regantes dejaron de canalizar hacia ella el líquido elemento.
Con el paso de los años, por la falta de mantenimiento, hasta han llegado a crecer en el fondo del estanque algunos árboles y arbustos.
Personas que recuerdan con nostalgia al estanque lleno de agua manifestaron que «es una pena que se haya abandonado cuando se le podría dar varios usos y convertirlo además en un atractivo turístico «.
Cabe destacar que, la gran balsa está rodeada de pinos de bastante embergadura que incrementan la belleza del paraje.
El camino rural asfaltado que une el casco urbano de Requena con el paraje de Rozaleme , es utilizado por muchos requenenses para pasear.