Documento del mes de septiembre de 2015

El documento de este mes es una provisión real de 1554 de Carlos I y Juana I de Castilla relativa a problemas acaecidos entre las villas de Iniesta y Requena por el pago del “pontaje” en el puente de Vadocañas. Este puente se encuentra en el río Cabriel y separaba las tierras de Requena e Iniesta como indica el propio documento, pues siempre el Cabriel ha sido un río que ha marcado y marca fronteras.

Vadocañas es un sitio antiguo de paso del difícil Cabriel con antecedentes ibéricos y romanos. En la actualidad y desde la década de 1570 existe en el paso un imponente y bello puente de piedra construido por Iniesta, pero con anterioridad a este puente existieron otras formas de paso como el propio vado, en barca (documento en AMR en 1529) o como indica el documento del mes por frágiles puentes que muchas veces se llevaban las frecuentes riadas del Cabriel. Una de las noticias que proporciona la provisión real seleccionada es que en 1554 y desde hacía siete años, Iniesta había construido un puente de madera en Vadocañas.

La provisión se enmarca dentro del conflicto por el paso del Cabriel y cobros de derecho de pontaje que mantenían Requena e Iniesta. Ésta última Tierra durante el siglo XVI intentó de diversas maneras desviar el tráfico por la zona de Vadocañas, paraje más controlado por Iniesta, frente al también tradicional paso de Pajazo controlado en su mitad por Requena. De hecho, en 1544 Iniesta estaba construyendo un camino nuevo ya muy adentro del término requenense para unir las dos poblaciones.

El pontaje o pontazgo era un tipo de peaje especial por el que se cobraba a toda persona, mercancía, ganado o carruaje que pasaba por un puente. Para poder cobrarlo debía existir una autorización o privilegio previo real. Requena tenía autorización para cobrar la mitad de los derechos del pontazgo de Pajazo.

En este caso, la provisión real responde a las quejas que había manifestado el Concejo de Requena a través de su corregidor porque el Concejo de Iniesta estaba cobrando el derecho del pontaje “sin tener previllegio, ni licençia”, ya que el paso de Vadocañas era franco. Además, para acrecentar los derechos de cobro, los requenenses denunciaban que los iniestenses habían quemado el puente de la Puenseca, el más antiguo del Cabriel según las crónicas del siglo XVI, que se ubicaba un poco más aguas arribas de Vadocañas y que por otros documentos sabemos que controlaba Requena. Es un puente con aún cierto carácter enigmático, pues su ubicación concreta no está todavía perfectamente concretada.

Además, por otros documentos del archivo sabemos que desde 1553 el puente de piedra de Pajazo estaba caído por una avenida de agua y Requena estaba estudiando construir un puente de madera para que los ganados pasaran a herbajar y no se perdieran los beneficios que se obtenían del cobro del pontaje. Cuando el puente de Pajazo estaba inhábil, lo cual era frecuente, mucha parte del tráfico se desviaba por Vadocañas.

Finalmente, el Consejo Real concedió la razón al Concejo de Requena y los reyes ordenaron al Concejo de Iniesta que no cobrara el pontaje.

Siguiendo con los esfuerzos por el control de paso del Cabriel, en 1563, derribado el puente de madera de 1554, Iniesta por el Marqués de Villena solicitaba licencia para edificar un nuevo puente en Vadocañas y repartir sisa de 6.000 ducados entre los pueblos de alrededor (AMR 1381/12). El documento nos describe el tráfico de la zona:

“por el término de la dicha villa y lade Rrequena pasava un rrío que se llama Cabriel que será muy cabdaloso e grande y en ella dicha villa avía tenido hedificada una puente por donde pasava muchas gentes ansí a pie como a cavallo syn peligro ninguno que yvan al reyno de Valençia desde estos nuestros reynos e aun de las villas de Valladolid, Medina del Campo, Madrid e otras muchas partes dellos la qual aviendo sido muy útil de poco tienpo desta parte con las grandes creçientes e avenidas se avía caído de tal manera que no se podía pasar por ella pie o a cavallo por ser muy cabdaloso el dicho rrío de que resultava gran daño e muchas personas an dexado de ir a tratar y a sus negocios al reyno de Valençia demás que por pasa peligrava muchas personas y bestias…”.

Al poco tiempo, en los principios de la década de 1570, Iniesta construyó el actual puente de Vadocañas tal como nos indican “Las Relaciones de los Pueblos del Obispado de Cuenca” mandadas hacer por orden de Felipe II y que son contestadas por la vecina población de Iniesta en 1575. Allí, respondiendo a la pregunta 22, la villa de Iniesta contesta: “No hay en el dicho río barcos; e hay una muy principal puente y edificio que lo han los que lo ven a la parte de Vadocañas, camino de Requena y Valencia, de piedra labrada, fecha a costa de esta villa y repartimientos de vecinos, y con gran gasto, que duró años, por no tener de propios, de un solo ojo y de gran altura y anchura. Pasan carros y gentes. Tiene el ojo ciento y viente piés en güeco, de mucha largura. Dicen ser la mayor y mejor y de grandes y mayores piedras del reino, y pasan bestias, y todo lo demás, de Toledo y otras partes a Valencia y Requena donde está la aduana”.

En la actualidad, el puente de Vadocañas está en mitad de los términos municipales de Venta del Moro e Iniesta y siguen ejerciendo de frontera, ahora entre las comunidades castellano-manchegas y valencianas.