Aunque la Constitución fue aprobada el 19 de marzo de 1812 en el reducto nacional de Cádiz, en una España invadida por los franceses, en Requena no pudo ser proclamada oficialmente hasta los inicios de julio de 1813. La Guerra de la Independencia (1808-1813) tuvo a la comarca en un constante vaivén. Ya en mayo de 1808, se formó en Requena la Junta Gubernativa de Defensa y el 30 de mayo de 1808 por una carta de la Junta Suprema de Defensa de Valencia se autorizaba la capitalidad de Requena sobre los pueblos de Castilla la Nueva en su lucha contra los franceses.
Por contra, el 16 de enero de 1812, la administración napoleónica estableció en Requena la capital del 83 Distrito Militar bajo el coronel Barón de Lamrandier con una guarnición comandada por el coronel Menche compuesta por contingentes franceses, italianos y alemanes. A pesar de las incursiones de Bassecourt, Juan Martín “El Empecinado”, el Tercer Ejército comandado por Elio y las acciones de Pedro Villacampa, los franceses no abandonarán la comarca hasta el 30 de junio de 1813, prácticamente obligados por el repliegue ordenado tras la Batalla de Vitoria del 21 de junio. En Requena entró el Regimiento de Voluntarios de Cuenca.
En cuanto se produjo la marcha de los franceses, los requenenses estuvieron prontos en proclamar la Constitución de Cádiz, pues constan recibos de gastos ya del 8 de julio de 1813. Fue comisionado para los actos Antonio Penén y Penén que era el mayordomo de los propios y arbitrios. Dos días tardaron en construir los carpinteros y albañiles un tablado en la Plaza del Arrabal, actual Plaza de España, que a partir del 26 de julio pasó a denominarse Plaza de la Constitución. Por la construcción del tablado se pagaron 442 reales a José Carrasco. Además, el citado tablado, fue iluminado la noche de la proclamación con seis hachas de cera que costaron 312 reales pagados al cerero José Sánchez.
En el tablado se colocó, como era costumbre, el retrato de Fernando VII y fue custodiado por los soldados del Regimiento de Infantería Jaén y Cuenca. La música la aportaron los miembros del Segundo de Badajoz aprovechando que estaban en la villa con el General Michelena. Soldados y músicos fueron gratificados con 330 reales.
El 26 de julio se realizaron ya en Requena las elecciones municipales conforme a la recién proclamada Constitución. Un efecto inmediato de la proclamación de la Constitución fue también a principios de agosto la segregación de Venta del Moro como municipio independiente, ya que según la nueva norma legal toda población superior a 1.000 almas obligatoriamente tenía que constituirse en ayuntamiento constitucional por lo que la Diputación de Cuenca creó el nuevo ayuntamiento comarcano.
La Constitución tuvo una vigencia muy efímera, pues fue derogada por Fernando VII el 4 de mayo de 1814 con el giro absolutista del monarca felón. Posteriormente tuvo otros dos periodos de breve vigencia como fueron el Trienio Liberal desde el 7 de marzo de 1820 al 1 de octubre de 1823 y finalmente, del 13 de agosto de 1836 al 18 de junio de 1837.Este último breve periodo de vigencia de la Constitución de 1812 también supuso las independencias definitivas de los municipios constitucionales de Caudete de las Fuentes, Fuenterrobles y Venta del Moro.