Archivo de Requena.
El documento de este mes se relaciona con el acto que se realiza todos los años el 6 de diciembre en que una procesión cívica compuesta por los munícipes requenenses homenajea la “Acción del 13 de septiembre de 1836” con una corona de flores que se deposita ante la placa de la Plaza de la Villa que recuerda al coronel D. José Ruiz de Albornoz.
Se trata de un pasaporte concedido por el comandante del cantón de Requena, D. José Ruiz de Albornoz, a Francisco Claramunt, sargento segundo de la compañía de granaderos, para que pasara a Valencia al frente de una partida de granaderos y cazadores escoltando una carga de fusiles y municiones que le habían sido entregados al capitán de granaderos y comandante D. Marcelino Mª Herrero. Habían invertido seis días en el viaje y se relaciona en hoja aparte las veintisiete personas que formaban la partida y los haberes percibidos.
La cabecera impresa del documento hace referencia a los títulos de José Ruiz de Albornoz ganados en gran parte en la Guerra de la Independencia, aunque durante la década ominosa fuera exiliado y relegado por el absolutismo fernandino. En 1834 se reintegró al ejército en lucha contra las facciones carlistas, ascendiendo a coronel de infantería. Le fue confiada posteriormente la Comandancia militar del cantón de Requena que era un bastión liberal e isabelino en una comarca constantemente instigada por partidas carlistas.
El coronel D. José Ruiz ya repelió el 18 de septiembre de 1835 un ataque repetido del gran jefe carlista Ramón Cabrera («El Tigre del Maestrazgo) que había llegado el día anterior a Utiel con 1.200 hombres. A raíz de ello se formó en Requena una Junta de Gobierno y Defensa y un Batallón de la Guardia Nacional con 7 compañías y 500 fusiles.
Pero la acción con mayor repercusión mediática fue la del 13 de septiembre de 1836. El 7 de septiembre de 1836 llegó a Utiel el general carlista Gómez quien ordenó a todas las partidas carlistas de Aragón que se reunieran con él. En sucesivos días fueron llegando las partidas de Millán, Arnau, Forcadell, Arévalo, Quílez, el Serrador y el 11 de septiembre el general Cabrera. El día 12 se celebró una reunión en la que se impuso el criterio de Cabrera de dirigir todas las fuerzas contra Requena para vengar la derrota del año anterior frente al criterio de Gómez que era partir hacia Madrid. El 13, a media mañana, salieron los carlistas de Utiel hacia Requena pensando que se rendiría al instante ante tamaña demostración de fuerza (de 8 a 11.000 hombres), frente a unos 900 defensores, entre los que estaban los milicianos de Utiel y Venta del Moro, apostados en la cuesta del Cristo.
Los carlistas asediaron Requena y el carlista Gómez envió un mensaje a Ruiz de Albornoz diciendo que se rindieran pues estaban rodeados por 14.000 infantes y 400 caballos y que serían así respetados. Ruiz de Albornoz contestó verbalmente: «manifestando la resolución de enterrarse bajo las ruinas de la patria antes que rendirse». Los carlistas desistieron sin ofrecer batalla y Cabrera y Gómez marcharon hacia Venta del Moro cruzando el Cabriel dirección Casas Ibáñez.
La acción tuvo repercusión a nivel nacional y el 23 de septiembre de 1836 en la Gaceta de Madrid se otorgó a Requena por real decreto el nombre de “Muy Noble y Muy Leal Ciudad” y la elección de un escudo de armas (el llamado “liberal”) para representar el hecho de armas. Madrid le rotuló una de sus calles con el nombre de “Requena” en recuerdo de la acción.
El cronista requenense Herrero y Moral, que vivió la acción con 12 años, negó la importancia de los hechos de 1836, pues no se llegó más que hacer algo de cañoneo y los carlistas estaban a unos 6 km. de la población. Para el cronista, Ruiz de Albornoz magnificó la acción con su famoso parte del 15 de septiembre para ascender en su carrera militar. No obstante, Herrero y Moral reconoció la actitud valerosa de la resistencia de los requenenses que se mantuvo siempre como un férreo núcleo liberal e isabelino.
El 16 de septiembre se celebró en Requena un Te Deum en acción de gracias por el triunfo conseguido el día 13 frente a Gómez y Cabrera. Otra disposición municipal de 10 de octubre estableció que el día 13 de septiembre fuera festivo, para honrar, mediante una procesión cívica, a los defensores de Requena en ese día. A tal fin se encargó una bandera de color gris plomo (actualmente figura como bandera de la ciudad) para encabezar los desfiles de la Milicia.
Al poco tiempo, el 25 de noviembre de 1836, murió José Ruiz de Albornoz por una caída de caballo.
Imágenes, texto explicativo y audio de Radio Requena en:
http://www.requena.es/es/content/documento-del-mes-de-diciembre-jos-ruiz-de-albornoz
Vídeo de la procesión cívica de este año.