AMRQ 3597 y 3579.
El 3 de diciembre de 1916, hace ahora cien años, fallecía en Requena el concertista de guitarra Práxedes Gil-Orozco Bastidas. Dejaba tras de sí una vida de aventura musical y laboral, algunas partituras y unos últimos años azarosos en Requena, en los que además de interpretar y colaborar en la prensa, trabajó como funcionario municipal. Dejaba también para la posteridad un apellido que daría a Requena nuevos músicos y profesionales que mantendrían alto el apellido, hasta la actualidad.
Su recuerdo como músico se mantuvo, sobre todo, gracias a la pluma de Rafael Bernabéu López, quien en diversas publicaciones no dejó de recordar quién era aquel guitarrista que paseó el nombre de Requena por América. En 2011 uno de sus nietos, Luis Gil-Orozco Roda, publicó su biografía bajo el título de “El Guitarrista Gil-Orozco, el artista, el hombre y su tiempo”.
En la Galería de Requenenses Ilustres del Salón de Plenos del Ayuntamiento de Requena, entre otros recordados personajes, podemos apreciar el retrato de Práxedes Gil-Orozco Bastidas. Sobre este cuadro y la posterior rotulación de una céntrica calle requenense con el nombre de “Concertista Gil-Orozco”, nos habla su nieto (Gil-Orozco, 2011, p. 256-261):
“Nuestro concertista, aunque tarde, tuvo el justo reconocimiento de su arte a iniciativa del alcalde D. Heliodoro Collado Vicente, que propuso en sesión de 23 de septiembre de 1947 el encargo de un retrato al óleo de nuestro artista, para su colocación en la galería de requenenses ilustres:
“La Presidencia hace un esquema biográfico del eminente guitarrista, hijo de Requena, D. Práxedes Gil-Orozco Bastidas, manifestando que habiendo estudiado el bachillerato en este instituto, se dedicó posteriormente al estudio de la guitarra con el gran maestro Rocamora, siendo conceptuado como uno de los artistas más expresivos de dicho instrumento y actuando juntamente con Tárrega y Toboso, paseó su arte por América del centro y del sur, ganando gran fama y figurando su nombre en los grandes repertorios de artistas españoles; publicó algunas obras musicales que figuran en el repertorio de los grandes guitarristas, dedicando también sus actividades a las letras, dirigiendo en el Brasil el gran rotativo “Iberia“, fomentado por los inmigrantes españoles y muriendo en Requena, querido y admirado por sus bondades como buen caballero cristiano, en 1916; por lo que propone a la corporación, como justo homenaje de Requena a tan esclarecido hijo, que se encargue al pintor D. Manuel Moreno Gimeno el retrato al óleo del mismo, el que pasará a enriquecer la galería de retratos de hijos ilustres de esta ciudad propiedad de la corporación Municipal. El Ayuntamiento aprueba la propuesta de la alcaldía, mostrando su satisfacción por tan justo homenaje póstumo.”
Si fue importante este reconocimiento, aún lo fue más el que se produjo en la dedicación de una calle al excelente guitarrista, no porque se deje de reconocer la sensibilidad de ese gran alcalde que fue el Sr. Collado y la de sus concejales al aceptar unánimemente su propuesta, pues conocemos la representación legal del pueblo que ostenta un ayuntamiento, sino porque la dedicatoria de la calle la consideramos más popular en el fondo, si cabe, ya que se llevó a cabo por concurso público.
En 1969, el Ayuntamiento de Requena tenía por rotular un buen número de calles como consecuencia de la numerosa edificación producida desde el eje de la entonces llamada Avenida del General Varela (hoy Arrabal), en sus transversales y paralelas, lo que era el gran ensanche de la ciudad.
El alcalde, que seguía siendo D. Heliodoro Collado Vicente, dictó un decreto para que la propuesta de nombres fuese absolutamente popular, iniciándose el oportuno expediente, del que se daba cuenta en la sesión del pleno de la corporación municipal de 13 de enero de 1969, del que entresacamos:
7.- CONCURSO PARA ROTULACION DE CALLES
Por secretaria se da lectura al expediente instruido por decreto de la alcaldía, al objeto de proceder a la rotulación de calles de esta población que carecen de nombre, en el que se encuentran las bases correspondientes para el concurso público que se propone…
Primero.- Proceder a la celebración de un concurso público, dentro de la localidad, para premiar las denominaciones necesarias para las calles de esta ciudad que todavía se encuentran sin rotular.
Tercero.- Que se le dé la máximo publicidad posible…
Cuarto.- Designar como jurado…
Hay que reconocer que el procedimiento establecido en el expediente fue muy democrático, aunque la parte del jurado estuvo más bien sometida a la representación de instituciones que era la que funcionaba en la época y conocida como democracia orgánica, con una gran publicidad local en los tablones de anuncios del Ayuntamiento y el voz pública (o pregonero, como vulgarmente se conocía) y un jurado muy representativo de todos los órdenes sociales del municipio (Ayuntamiento, Iglesia, cronista de la ciudad, Fiesta de la Vendimia, Institutos, Hermandad de Labradores y Ganaderos…).
En la sesión ordinaria de 9 de julio de ese mismo año, el Ayuntamiento aprobó el acta de resolución del concurso, aprobando, entre otras, la denominación de la calle del “Concertista Gil-Orozco”.
Así, el pueblo de Requena reparó definitivamente la injusticia que se había cometido con nuestro artista, dedicándole una calle en su pueblo, que es el mayor homenaje que puede tributarse a una persona difunta que tuvo muchas virtudes como ser humano pero, sobre todo, que fue un gran artista en la época de evolución definitiva de este instrumento tan español, como es la guitarra y que paseó triunfalmente su arte por España y América”.