Requena presentará de nuevo su candidatura a Ciudad Europea del Vino en 2028
Leer más
El PP de Requena responde: "otra vez manipulaciones y falsedades del PSOE sobre urbanismo y la gestión municipal"
Leer más
Nueva ruta de Miradores en Tierra Bobal
Leer más

Requena (17/09/18) Los Combativos Requenenses – Víctor Manuel Galán Tendero.

Los sitios de Zaragoza fueron un símbolo de la resistencia española contra Napoleón, y las autoridades patriotas animaron la composición de obras laudatorias, capaces de impulsar los esfuerzos de muchos españoles en una guerra larga y difícil. El frente de la propaganda nunca se ha podido descuidar en un conflicto.

En Requena se aceptó la vecindad de todos aquellos que resistieron en Zaragoza, mientras se contempló con vivas sospechas la afluencia de forasteros cuando los recursos mermaban peligrosamente. Algunos de sus vecinos tomaron parte en la gesta zaragozana.

Uno de los requenenses que participó en su segundo sitio (del 21 de diciembre de 1808 al 21 de febrero de 1809) fue Antonio Pedrón y Navarro. Soldado en la primera compañía del segundo batallón del regimiento de zapadores, combatió en una gran batalla urbana de casa por casa que dejó la capital de Aragón arrasada. De su población de 55.000 habitantes se estima que solo sobrevivieron a duras penas unos 12.000.

Antonio era hijo de Francisco Pedrón y Penén y de Manuela Navarro. Cuando estalló la guerra de la Independencia, su madre había muerto hacía unos dieciocho años. Él estaría sobre la veintena. El 5 de febrero de 1815 el mariscal de campo Gerardo de Chaves (que desempeñó la comandancia interina del cuerpo de interinos y la inspección del regimiento de zapadores y minadores) le reconoció en Madrid la graduación y sueldo de sargento mayor, que llevaba aparejado el goce de nobleza en los tiempos del absolutismo restaurado, con no pocas exigencias tributarias, lo que le resultaría de ayuda.

El padre del héroe de Zaragoza murió en 1829. Tuvo dos hijos, Marcos y Mariano, y tres hijas, Manuela, Isidora y Dolores. Resultó ser un activo propietario de tierras, en línea con la expansión agraria de nuestro problemático siglo XIX. En su testamento del 22 de enero de 1862, consignó una fortuna de unos respetables 51.072 reales. Falleció un 18 de junio de 1865 el hombre que había sobrevivido a la hecatombe de Zaragoza.

FONDO HERRERO Y MORAL.

Caja 2, Libro de Antonio Pedrón y Navarro.

Comparte: Un combatiente de la asediada Zaragoza