EL OBSERVATORIO DEL TEJO. JULIÁN SÁNCHEZ
Siguiendo con los temas económicos y en referencia a los brotes verdes que el gobierno de Mariano Rajoy pretende hacernos llegar a la ciudadanía en cada comparecencia de el ministro Guindos efectúa últimamente en público, habremos de hacer referencia al informe de Brand Finance, entidad, que como todo el mundo aficionado a la economía conoce, es una de las organizaciones independientes internacionales más prestigiosas en el estudio de activos intangibles, consultoría y valoración de marca.
En su ranking de clasificación anual, el método que emplea dicha entidad involucra la estimación de posibles ventas futuras, aplicando un tipo de canon adecuado a ellos, para luego descontar futuros estimados, después de impuestos las regalías, a fin de llegar al establecimiento un valor actual neto (VAN). Este sistema evaluativo es el que la entidad viene a llevar a cabo a efectos de representar el valor estimativo de la marca.
Pues bien, en su valoración en referencia a 2013, Brand Finance incluye a España entre las diez marcas de valor que más pierden en referencia al año anterior. Es más, la entidad asegura que España, no solo empeoró nota en el 2.012, primer año de Gobierno de Rajoy, sino que “la empeoró todavía más el segundo año de Gobierno del PP”. Según el informe Brand, y como antes ya expusimos, la “marca España” se ha situado al finalizar 2.013 entre las diez del mundo que más valor pierden.
En números tangibles, para su mejor comprensión, la realidad que ofrece ésta situación viene a ser que el valor de nuestra marca ha caído un 20% respecto a 2.012, año en el que Brand Finance la valoró en 908.000 millones de dólares para rebajarla a 725.000 millones en 2.013.
Ni siquiera en turismo, sector del cual se saca pecho continuamente por parte de nuestros gobernantes en referencia a su incidencia en el global de la economía, España aparece en el “Top Ten” mundial que establece en el siguiente orden: Tailandia, Malasia, Austria, Nueva Zelanda, Suiza, Singapur, Estonia, Portugal, Emiratos Árabes y Australia. Ni siquiera podemos competir a éste nivel ni con Portugal.
En el ranking general la clasificación de marca queda establecida por Brand Finance del siguiente tenor: Estados Unidos, con un valor de 17,9 billones de dólares, el segundo lugar es para China, con su marca valorada en 6,9 billones de dólares, medalla de bronce para Alemania (4 billones de dólares), seguida por Reino Unido (2,3 billones), Japón (2,2), Francia (1,9 billones de dólares), Canadá (1,8), Brasil (1,4), India (1,3) y Australia (1,2). España ha bajado desde el 13 puesto que ocupaba en 2012 hasta el 18 actual, lugar que comparte con “potencias” tan reconocidas como pueden ser Marruecos, Chipre o Bosnia.
No viene a ser extraño que, además de los turísticos y meramente económicos que actúan de exponentes a la hora de poner en valor las marcas estatales, se tengan en cuenta también el valor del talento. A consecuencia de ello no denota extraño que ésta carencia sea cada vez más acusada en nuestro país, como resultado de la persistente pérdida de investigadores, científicos y universitarios en general que marchan irremisiblemente a otros países done puedan encontrar satisfacción a sus perspectivas de futuro. En consecuencia, la “marca España” no aparece en puestos destacados de ninguna de las cuatro clasificaciones que realiza Brand Finance basándose en inversiones, turismo, productos y servicios y talento de sus habitantes.
Siguiendo la ecológica línea de los brotes verdes de Rajoy, y propiciado por la efectiva política “neoliberal” de su gobierno, otro ranking de valoración publicado en el diario económico Cinco Días viene a indicar que la tasa de ahorro de los hogares españoles en el tercer trimestre quedó establecida en el 9,2% de su renta, el dato más bajo para este periodo desde 2007. Entonces, no obstante, la situación era inversa: las familias ahorraban poco porque gastaban mucho. Ahora ahorran poco porque ganan poco.
En dicho estudio y otorgando sentido a lo expresado en el párrafo anterior, se establece igualmente que la remuneración de los asalariados, el principal componente de la renta familiar, cayó un 3,5% al cierre de septiembre, con lo que las rentas de los hogares vieron reducidos sus ingresos en 1,6%. De este modo, aunque los gastos de las familias siguieron bajando, un 0,4%, la capacidad de ahorro quedó mermada.
La administración pública, por su parte, ha perdido un 6,89% de su renta como consecuencia de la caída en los impuestos cobrados, paradójicamente, pese a los persistentes recortes de derechos y servicios, caída propiciada por el aumento de los gastos en prebendas y duplicidades sin sentido, además de la falta de cotización que el creciente desempleo produce. Al final, el sector público tiene una necesidad de financiación de 17.916 millones, de los que 2.048 millones corresponden a ayudas a la banca. Dicha cifra es prácticamente la misma que la experimentada un año antes.
Y en referencia a las pensiones públicas habremos de constatar que el proyecto de presupuestos para 2014 no contempla ninguna previsión de cómo evolucionará el Índice de Precios al Consumo (IPC). En cambio, el Ministerio de Economía en el programa de estabilidad sí que pronostica un deflactor del consumo privado en el PIB, que puede utilizarse como aproximación y, en consecuencia, este vaticinio es el 1,5%, bastante por encima del 0,25% que, en principio, subirán las pensiones. Por lo que, la previsión de pérdida del poder adquisitivo oficial, que no real (siempre el real es mucho mayor por las subidas inesperadas) de los pensionistas, ya se establece para 2014 en un – 1’25%, otro porcentaje negativo a añadir sin solución de continuidad desde que el gobierno Zapatero inició la vía de saltarse los acuerdos del Pacto de Toledo mediante una congelación general de pensiones que supuso la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas en 1’2 puntos en 2011, por lo que, ya son tres los años de devaluación de las escuálidas pensiones de los españoles.
Brotes verdes… Nada puede hacer mejor referencia hoy a la popular máxima que el gran poeta Ramón de Campoamor efectuó en su expresivo poema “Humoradas”: En este mundo traidor, nada es verdad, ni es mentira. Todo es según el color…
Julián Sánchez