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Requena (07/04/18) Aymara Cararscosa – The Pink World From Requena

El twittero @rabillodelojo compartía el martes un vídeo que convertía a Letizia en trending topic. En la grabación que ha dado ya la vuelta al mundo se ve cómo la Reina “boicotea” a toda costa que la Reina Sofía y sus nietas se dejen fotografiar por el fotógrafo oficial de casa real, a la salida de la catedral de Palma. En él también se aprecia cómo Leonor aparta a doña Sofía de un ‘manotazo’.

El video ha dejado claro el carácter controlador de la mujer de Felipe VI. Algo que ya pudimos apreciar aquel noviembre de 2003 cuando en la rueda de prensa de la petición de mano.

Recuerdan aquella escena cuando Letizia mandó callar a don Felipe para poder terminar el pequeño discurso que se había preparado: «A partir de ahora y de forma progresiva voy a integrarme en esta nueva vida con las responsabilidades que conlleva y con el apoyo y cariño de…», dijo Letizia Ortiz. El Príncipe la cortó y ella revindico: «Déjame terminar… Con el cariño de los Reyes y el ejemplo impagable de la Reina». Esas palabras fueron una auténtica declaración de intenciones sobre cuál era su modelo de reina. Pero tras 15 años, las cosas parecen haber cambiado.

La emérita ha querido ayudar a su hijo enseñando a Letizia, pero ella no se dejado enseñar. Y es que al parecer Letizia se ha olvidado de un pequeño gran detalle, ella no es la reina como tal, es la consorte del Rey… y por eso es Reina.

Unos catorce años después del momento “déjame terminar…” la relación con su familia política no ha mejorado, simplemente se ha institucionalizado de cara a la galería, gracias la profesionalidad con que doña Sofía ejerce su papel.

Porque desde el momento en que Letizia pasó a ser reina, luchó por distanciarse y crear sus propios tiempos, como hace en las vacaciones de verano. Y es que como a ella Mallorca no le gusta, cuando en sus vacaciones oficiales está allí, opta por hacer una política de servicios mínimos que cumple con bastante disgusto.

También en los que respecta a la educación de Leonor y Sofia, el carácter de la reina asido determinante. La madre de Felipe VI se ha quejado en pequeños círculos de lo poco que coincide con sus nietas. Doña Sofía solía visitar algunas tardes a las niñas hasta que se le hizo ver que no era bien recibida ya que alteraba la rutina de las pequeñas. Paralelamente, la presencia de la madre de doña Letizia, Paloma Rocasolano, es de lo más habitual en La Zarzuela. Es ella la que se ocupa de las niñas cuando los reyes viajan, aunque hay dos institutrices contratadas, incluso comparte con sus nietas mucho tiempo de ocio.

Letizia, en su afán de controlar la educación de sus hijas hizo cesar a la directora del colegio Santa María de Los Rosales, al que acuden las infantas Leonor y Sofía. Al parecer mantenía algunas conductas cuanto menos llamativas, como permanecer en el interior de las aulas durante el desarrollo de las clases, o comprobar cómo Amancio, el cocinero del centro, preparaba los menús infantiles a base de verduras y hortalizas, pero nada de carne ni de pasta. Actos que ningún padre ha hecho nunca, ni se le hubieran permitido. También ha impedido que los familiares graben las funciones infantiles en las que participan sus hijas. Toda esta imposición ha hecho que no se entendiera con la directora del colegio.

Letizia es Reina a “tiempo parcial”. De lunes a viernes se dedica en a la institución, como si fuera una alta funcionaria se tratara, pero los fines de semana para ella están reservados a su familia.

En ocasiones ha cambiado la fecha de citas institucionales señaladas en su agenda por celebrarse en fin de semana. Precisamente el premio literario Cervantes de noviembre de 2013, cuando Letizia era aún princesa de Asturias consiguió moverlo a jueves cuando estos premios siempre se han entregado en sábado.

Antes de este desplante a Doña Sofía el propio Felipe ha tenido que sobrellevar en público también los suyos. Como el del año pasado cuando los reyes inauguraban la 37 edición de Fitur. Ambos hicieron el recorrido previamente marcado y la visita oficial terminaba una hora y media después, cuando los reyes llegaban al ‘stand’ de Argentina, que ese año era el país invitado.

Una pareja se encontraba bailando un tango y  los reyes y sus acompañantes esperaron a que terminase. Como suele suceder en este tipo de actividades el protocolo no se lleva a rajatabla y la bailarina se acercó a don Felipe con la intención de un baile con él. Nadie le había indicado lo contrario y, por lo tanto, invitar al Rey era una manera de expresar el agradecimiento por su presencia. En ese momento, y como pudieron comprobar parte del séquito y de los fotógrafos que rodeaban a la pareja, la Reina tiró de la chaqueta a su marido al tiempo que le decía “¡Ya está!, ¡Vámonos!”. Y ahí fue cuando se acabó la visita de forma definitiva.

En los actos Letizia suele tener una actitud que no siempre es la protocolaria. Se le ha visto caminar por delante de su marido; consultar el móvil en pleno acto oficial, maquillarse mientras está hablando con el presidente del Gobierno, no aplaudir cuando toca, o saludar corriendo a la gente para después desaparecer.

Ella que parece que no se tomarse en serio todo lo relacionado con el protocolo, cuando son otros los que no lo cumplen se molesta. En 2010 los entonces Príncipes visitaban Perú y a su llegada al Palacio del Gobierno de Lima, Felipe se puso a pasar revista a la Guardia de Honor junto al presidente, mientras ella se quedó en un rincón sin saber qué hacer. Letizia molesta acudió donde se encontraban los dos hombres y para que el presidente le pidiera disculpas por el error al no haberla saludado a ella.

Tal vez lo sucedido el domingo solo haya hecho que como decía Marie-Chantal Miller, mujer de Pablo de Grecia y, por lo tanto sobrina política de Doña Sofía, al ser preguntada por el video, “[Letizia] ha mostrado su verdadera cara”.

En la primera aparición pública de la Reina Letizia tras el escándalo fue abucheada por grupo de personas que manifestaron su malestar por el rifirrafe, a la salida del acto en el que había participado se pudo oír gritos de «fuera, antipática, floja»

Me gustaría terminar con una frase del cantautor Joaquín Sabina que parece ser la vió venir de lejos, en aquella cena con los entonces Príncipes de Asturias. “Leti es una chica lista e inquieta. En fin. Yo la apoyo porque creo que, con un poquito de suerte, puede traernos la Tercera República”

Comparte: Entre los Borbones y los nubarrones andas siempre Letizia..