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A través de las crónicas diarias que Anna manda a su madre desde Ucrania, se plasma la realidad de una guerra y aumenta la empatía en todo el Valle de Ayora-Cofrentes

Cofrentes (02/03/2022)- Laura Sánchez Benejama

Anna es hija de Rosa Laguarda desde hace más de 20 años. Para ella mucho más que una hija de acogida, una emocionada Rosa nos cuenta que vive pegada a la radio para saber que pasa a cada minuto, preocupada porque un miembro de su familia se encuentra allí, y que no puede evitar la sensación de impotencia y de querer ayudar a su hija.

Mientras narra su intranquilidad, Rosa recuerda todas las vivencias con Anna, una niña que desde el principio se ganó a todo el pueblo, siendo reina de las fiestas con 9 años y subiendo al escenario a dar las gracias (en un perfecto español), porque tenía dos países, dos pueblos y dos familias, y regalando una pieza musical con un acordeón, algo que en Cofrentes no olvidan.

LAS CRÓNICAS DIARIAS DE ANNA

Anna escribe todos los días a su madre. Lo hace sintetizando lo vivido en cada jornada desde que empezó la guerra en Ucrania. Rosa se encarga de hacerlas públicas y que estos escritos se compartan por las redes para alcanzar más y más personas. “Es una manera de acercar esta situación a la gente, es lo único que puedo hacer para ayudar a mi hija ahora.”

Además, de alguna manera, madre e hija se sincronizan con los escritos para hacer ver la realidad de una guerra en la que no se cuenta toda la verdad en televisión, como que los rusos atacan por error a civiles, algo que indigna profundamente a Rosa.

Situaciones horrorosas, como las de soldados rusos quedándose sin provisiones y entrando a casas ucranianas para buscar comida y descanso, matando a sus propietarios si es necesario y también la destrucción de Irpín, ciudad de Ana, donde recientemente estrenaba una nueva casita.

Acerca de la actualidad, la joven ha huido de su localidad, y con su familia, se encuentran en otro pueblo, en el que han construido una barrera para intentar evitar la entrada de los rusos. “Que dolor más grande, no nos lo podemos ni imaginar”, añade Rosa más que triste.

ANNA SE QUEDA EN UCRANIA

Anna estuvo por última vez en Cofrentes en enero. Rosa cuenta que, si ella quisiera, estaría aquí con ella, pero no tiene ninguna intención de abandonar Ucrania en este momento, ya que allí, junto a su madre, se niega a dejar a su padre, hermano y pareja, los cuales están reclutados y a los que se les impide abandonar el país.

Esta ucraniana cofrentina tiene 27 años y estudios completos en contabilidad, habla ucraniano, ruso, inglés y español, y su sueño es construir una vida en su país de origen para ayudar a su familia, además de las visitas a su familia española, a la que quiere profundamente y es correspondida.

Yo siento el dolor de una madre. Siempre digo que tengo 3 hijos y es la verdad, 2 biológicos y Anna”. Rosa ha pasado los 3 meses de verano cada año y 2 meses de invierno (para evitar el frío de Ucrania), con su niña. Ha viajado en varias ocasiones allí y conoce a toda su familia. Como nos cuenta, si por ella fuera los traería inmediatamente a todos, pero Anna y su madre tienen claro que no dejarán allí a los hombres de su familia.

Por lo pronto, Rosa solo pide la difusión de su realidad, la que la mantiene en vilo, y de la que toda una comarca se hace cómplice al leer, soñando que Anna vuelve lo antes posible, sana y salva, algo que ocurrirá muy pronto.

Algunas de las crónicas que Anna manda a su madre:

Domingo 27 de febrero

“Siguen con mucha fuerza. Los soldados rusos como no tienen comida y donde dormir entran a las casas y roban y matan … aquí donde estamos esta noche no se oía nada. Los que se han quedado dicen que en Irpin no han parado en toda la noche de explosiones y disparos. En Kiev y en Irpin no se puede salir a la calle hasta mañana, van a disparar a todos. Porque ya hay muchos rusos que se han vestido de civiles y van por ahí…

En Vasilkov que esta cerca de Kiev los rusos han explotado los depósitos de gasoil y gasolina… por eso los chicos que están en la guerra tienen que ponerse las mascaras mojadas para poder respirar en la calle.

3 bebes nacieron ayer en el metro, 2 niños y 1 nena

No se como ayudar a la gente ahí…

En Irpin (su ciudad) Gostomel Bucha como es la frontera de Kiev es donde mas guerra hay. Menos mal que pudimos convencer a toda la familia para salir de allí.

Puttin quiere que Ucrania se rinda. No lo va a hacer. Solo si pudiera haber un acuerdo, pero no con las reglas de Puttin. Las personas que están en la guerra por parte de Rusia son de años 2000-2002. Son chicos jóvenes. No sabían donde iban. Ahora ya han pasado 3-4 días que están aquí y no tienen ni comida ni donde dormir, por eso entran a las casas como entran y llegan a matar.”

Lunes, 28 de febrero

“Aquí bien. Esta noche fue la mas tranquila. Hoy tienen que hablar nuestros representantes con los de Rusia en Pripiyat (es donde está Chernobil) que los rusos tienen ocupada la nuclear y con la que nos están amenazando, diciendo que van a explotar lo que esta bajo la tierra, lo que estaba tapado desde 1994… Esperamos que no. Ayer hablé con mi amiga Anastasia que vive en Moscú y dice que en Rusia esta prohibido hablar de Ucrania, incluso con cárcel…”

Martes, 1 de marzo

“Hola a todos! Aquí bien. En mi Irpin otro ataque muy fuerte. Están sin luz ni agua ? Parece que después de la reunión de ayer han empezado con más fuerza. Los tanques rusos sacan la “bandera blanca” y después  de acercarse empiezan a disparar… o por ejemplo, tapan sus señales o banderas y sacan la Ucraniana como si fueran nuestros tanques…. Fuertes explosiones en Kiev, han disparado al “edificio del hospital de maternidad”… son inhumanos… no dejan llevar comida a la  gente civil.. en Charkov al sur de Ucrania han tirado una bomba al edificio del ejército y hay más de 70 personas muertas

Nosotros ayer construimos una barrera para que no pase nadie al pueblo donde estamos. Muchos del pueblo donde estamos ya se han ido a la guerra. Hay 70 kilómetros de ejército ruso acercándose a Kiev.

Bueno, así estamos.”

 

 

 

 

 

Comparte: Cofrentes, con el dolor de Ucrania junto a su vecina Anna