jueves, 5 mayo
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) exigirá a los partidos políticos españoles que concurran a las próximas elecciones del 26J que definan claramente en sus programas su postura en torno al Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión entre UE-EEUU (TTIP en sus siglas en inglés).
Las últimas filtraciones sobre el opaco proceso de negociaciones del TTIP confirman los peligros para el modelo agrario europeo y nuestra seguridad alimentaria. “Ya no vale la equidistancia y los posicionamientos ambiguos. O se está con los ciudadanos y los agricultores europeos o con los intereses especulativos de un puñado de multinacionales agroexportadoras. ¿De verdad quieren nuestros responsables políticos que los ciudadanos como consumidores se traguen anabolizantes y hormonas de crecimiento mientras que un grupo de bróker de fondos de inversión se enriquecen?, ha subrayado Miguel Blanco, Secretario General de COAG.
COAG rechaza el TTIP porque pone en peligro el modelo social y profesional de agricultura de la UE y la apuesta estratégica de nuestros agricultores y ganaderos por la calidad, la seguridad alimentaria, el bienestar animal y el respeto al medio ambiente. En este sentido, COAG considera que igualar la normativa europea con la estadounidense en materia de seguridad alimentaria y producción agraria supondría un retroceso sin precedentes en los derechos de los consumidores, al tiempo que supondría una competencia desleal para nuestros agricultores en base a un modelo de producción como el de EEUU que permite la inyección de anabolizantes, antibióticos y hormonas de crecimiento en ganado o la utilización del cloro para desinfección de carnes, (sustancias prohibidas desde hace años en la UE por sus perniciosos efectos).
El último informe de Amigos de la Tierra Europa, “TTIP, sembrando pérdidas en el sector agrario” muestra como uno de los principales objetivos de EEUU es reducir los estándares de seguridad alimentaria y bienestar animal europeos. En base al análisis de las distintas investigaciones realizadas al respecto, predice que la contribución de la agricultura europea al producto interior bruto (PIB) caería de forma significativa, mientras que la producción agrícola estadounidense aumentaría un 1,9 % y el valor de sus exportaciones a la UE aumentaría en 5.475 millones de dólares. En lo referente al sector agrario español, el informe apunta a un impacto especialmente negativo en los sectores de vacuno de carne, porcino, leche, frutas, hortalizas y cereales. El propio Ministerio de Agricultura estadounidense predice bajadas en los precios que se pagan a los agricultores europeos en todas las categorías alimentarias.