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domingo, 12 mayo
Requena (12/05/19)
La central nuclear de Cofrentes ha alcanzado un nuevo hito al registrar un periodo de diez años sin paradas automáticas del reactor, lo que refleja el «óptimo funcionamiento» de la planta valenciana, así como su «excelente seguridad y fiabilidad», tal y como ha señalado General Electric Hitachi, empresa tecnóloga de la central, que le ha otorgado una distinción por ello.
General Electric Hitachi es la multinacional americana líder en reactores de tecnología BWR -agua en ebullición-. Los excelentes resultados de operación de la planta valenciana le han llevado a recibir una de las más exclusivas distinciones que esta empresa otorga a las centrales nucleares que usan su tecnología y a situarse como un referente internacional, ya que de los 452 reactores que operan actualmente en el mundo sólo 40 han logrado operar una década sin paradas automáticas.
Existen 73 reactores de agua en ebullición y ocho BWR/6 ubicados en Estados Unidos, Taiwan, Suiza y España. El modelo BWR/6 -como el de la central nuclear de Cofrentes- es el más avanzado de la tecnología BWR, antes de la aparición de los reactores avanzados (GE-ABWR).20190509 Central nuclear Cofrentes 10 años sin paradas
Tomás Lozano, director de la instalación valenciana, ha resaltado que de estos ocho reactores BWR/6, «solamente Cofrentes ha cubierto un periodo de diez años sin paradas automáticas del reactor, un reto que en 2009 parecía muy lejano y que ha sido posible muy especialmente gracias a la profesionalidad y calidad del equipo humano responsable de la operación de la planta, a la excelente gestión de los recursos y procesos desarrollada en la central y a las significativas inversiones realizadas».
«Alcanzar este hito supone una motivación adicional para seguir mejorando la seguridad y fiabilidad de la instalación y continuar aportando energía eléctrica a la red de manera segura, firme y respetuosa con el medio ambiente», ha asegurado Lozano.
En 2018 la central nuclear de Cofrentes generó 9 150 millones de kWh, más del 3% de la electricidad producida a nivel nacional, y cubrió más de la tercera parte de la demanda eléctrica en la Comunidad Valenciana, evitando la emisión a la atmósfera de más de 6 millones de toneladas de CO2.
