La central nuclear de Cofrentes (Valencia) ha realizado el preceptivo simulacro anual, conforme a los requerimientos establecidos en su Plan de Emergencia Interior (PEI), con la participación de la Organización de Respuesta ante Emergencias (ORE) del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
La actuación del CSN se ha desarrollado desde la Sala de Emergencias (SALEM), realizando el seguimiento del estado de planta y de las actuaciones del titular para la recuperación de las condiciones de seguridad.
El simulacro se ha iniciado a las 08:52 horas con la declaración de un incendio de duración superior a diez minutos en la subestación eléctrica. Tras este se ha simulado también la pérdida total de alimentación eléctrica y de la capacidad de refrigeración del núcleo del reactor.
En este escenario cuatro trabajadores han resultado contaminados y con heridas de diferente índole. Tres de ellos han sido atendidos y descontaminados en el servicio médico de la instalación, y uno ha sido trasladado al Hospital Universitario Gregorio Marañón (Madrid).
La central ha comunicado la superación de los niveles de radiación en el interior de la instalación, así como emisiones radiactivas al exterior. Ante esta situación, el CSN, en contacto permanente con el Centro de Coordinación Operativa (CECOP) activado en la subdelegación del Gobierno en Valencia, ha llegado a recomendar, dependiendo de la ubicación de las poblaciones, diferentes medidas: el establecimiento del control de accesos, la distribución e ingesta de pastillas de yodo, la evacuación o el confinamiento de los ciudadanos.
Ante los hechos simulados, la instalación ha llegado a declarar la categoría de «Emergencia General» de acuerdo a su Plan de Emergencia Interior, y el CSN ha mantenido activados a los grupos de apoyo de su Sala de Emergencias, tal y como establece el «modo 3» de su Organización de Respuesta ante Emergencias.
Un suceso de esta naturaleza habría sido clasificado como accidente de nivel 3 en la
Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).