miércoles, 5 febrero
HAY SOBRADOS MOTIVOS. EL CAMPO CLAMA JUSTICIA
Requena (05/02/20) CCPV-COAG
Ya lo dijimos hace poco más de un mes. La situación del campo y las gentes que vivimos de él estamos al límite, la pasada semana las movilizaciones llevadas a cabo en distintos y distantes territorios del estado español sacaron a la palestra la emergencia que vivimos. Cada vez somos más pobres, la renta agraria baja año tras año y los datos macroeconómicos nos machacan. Algunos hablan de la subida de SMI como detonante de las movilizaciones, es mentira, estas movilizaciones llevan mucho tiempo esperándose y preparándose, pero cómo reclamar algo ante un gobierno que estaba en funciones. Ahora que hemos salido a la calle y parece que hay un consenso mediático y social busquemos soluciones; pues estamos ahogados. Ahogados y arruinados por el libre mercado, por normativas y burocracias absurdas y por una agroindustria que se traga las plusvalías de nuestro trabajo.
No somos más que uno de cada cien y sin embargo existimos, vivimos en pueblos, aldeas y zonas urbanas, trabajamos la tierra porque creemos que es la forma más justa y digna de vivir. Algunos nos llaman emprendedores/as otros empresarios/as realmente somos en-precarios y más aún los y las jóvenes que en estos últimos años se han aventurado a enfocar sus esfuerzos para vivir del campo. Ya sea del secano o del regadío; de los valles, las montañas o la llanura litoral; ganaderías extensivas o intensiva; apicultura o silvicultura. Unos años le toca a un sector otros a otro, este 2019-2020 ha sido el olivar, la fruta de hueso, la apicultura o la uva, por ejemplo. Año tras año las explotaciones agrarias o ganaderas se van empobreciendo y en muchos casos los ingresos no dan para cubrir los gastos de producción. A las administraciones les queremos mandar una pregunta, ¿qué hacemos con la despoblación rural? para evitar que los y las jóvenes abandonen los pueblos. Les damos una solución compleja pero rápida. Precios mínimos y dignos a los productos del trabajo del campesinado, esto facilitara y fomentara economía y estabilidad en los pueblos y comarcas agrarias.
Somos como esos viejos arboles batidos por el viento que azota desde el mar, ese mar por el que vienen las mercancías con las que la agroindustria y los especuladores inundan los mercados y lineales. En todos los tratados de libre comercio que firma la Unión Europea con terceros países las personas que vivimos del campo somos la moneda de cambio para que empresas automovilísticas, químicas o farmacéuticas puedan vender libremente en otros territorios y se enriquezcan todavía más.
Ante los tratados de libre comercio y las continuas bajadas de los precios en origen de los productos del campo las administraciones nos dices que no pueden hacer nada que hay unas legislaciones que hay que cumplir y que la libre competencia tiene que prevalecer. Nosotros contestamos que esas leyes que permitan y fomentan estas injusticias son solo leyes y se pueden y deben cambiar que para eso está el poder legislativo. Escuchen las demandas y reivindicaciones, muevan ficha y ábranse al dialogo y escuchen al sector. Pues de no encontrar soluciones el futuro del rural queda en el filo de la navaja.
“Me miras, pero no me ves,
si la voz de la tierra late en el tiempo,
están quemando la hierba de tu recuerdo.”
Por todo ello y mucho más llamamos a la movilización para el próximo 14 de febrero, con una manifestación en la ciudad de Valencia. Para ello llamamos a la adhesión y participación de las organizaciones agrarias de la Comunidad Valenciana, las personas que vivimos del campo y la sociedad en general.