martes, 19 junio
Requena (19/06/18) . GOAG CV
Los días 20 y 21, una representación de La Via Campesina (LVC) visitará Valencia. En esta visita se realizarán reuniones institucionales con diferentes Consellerias, Ayuntamiento de Valencia y organizaciones sociales aliadas en el territorio valenciano.
Esta representación del movimiento campesino más importante y numeroso a nivel internacional, hará una parada en Valencia, en su camino hacia Ginebra donde defenderá el reconocimiento de la Declaración de la ONU sobre los derechos de los campesinos y las personas que trabajan en las zona rurales.
El próximo miércoles 20 de junio, LVC ha elegido l’Alcaldia Pedánea de La Punta como enclave para la realización de una rueda de prensa, a las 10.30 horas, con la intención de trasladar sus propuestas. Entre estas se encuentra el Derecho a la Tierra por parte del campesinado y la defensa del territorio, visibilizando así la importancia que tiene la Huerta como espacio agrario que ha sufrido un ignominioso maltrato, especialmente en esta zona.
Esta representación de LVC, acompañadas por sus organizaciones locales socias (COAG y COAGCV) se reunirán con las Consellerías de Vicepresidencia, Agricultura y Transparencia, además de la Alcaldía de la capital valenciana, y compartirá reuniones con organizaciones y colectivos aliados en el territorio valenciano antes de marchar a Ginebra.
Los hombres y mujeres del campo son garantía de la conservación de la biodiversidad, la lucha contra el cambio climático, y para poder desarrollar su trabajo en este sentido, es necesario el reconocimiento y protección de los Derechos Campesinos frente a aquellos ataques y desequilibrios que desplazan y marginan la agricultura familiar.
El proceso que ha llevado a la formulación de una Declaración de los Derechos de los Campesinos y de otras personas que trabajan en el medio rural, está en su recta final tras años de actividad en el Grupo de Trabajo Intergubernamental dentro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Y este inmenso trabajo debe ahora dar sus frutos. No se puede frustrar la esperanza de miles de millones de personas. Sería un imperdonable fracaso político, ético y social.