lunes, 25 noviembre
El próximo día 30 de noviembre a las 18:00 horas, el Circulo Artístico Requenense organiza un nuevo Café-Coloquio, en esta ocasión salimos de nuestra sede y nos trasladamos a la sede de la Fundación Lucio Gil Fagoaga, donde Luis Robredo, presidente de dicha fundación, nos guiara por las dependencias de la casa natal del insigne personaje requenense. La entrada a dicho acto es libre.
Lucio Gil Fagoaga vino al mundo en Requena, el 6 de septiembre de 1896, nació en el número 20 de la calle de San Luis, en la casona familiar que su tatarabuelo José Alarte levantara en los años de la Revolución Francesa. Nace en un momento clave de la historia de España. Su infancia fue feliz, propia de un entorno familiar equilibrado, realizo los estudios primarios en una escuela pública de Requena y, más tarde, preparó su ingreso en el bachillerato con profesores locales, obteniendo el título de Bachiller en el Instituto de Segunda Enseñanza de Valencia. A los dieciséis años se traslada a Madrid como estudiante universitario, instalándose en el 14 de la castiza calle del Humilladero, rodeado de huéspedes de Requena
En la Universidad Central de la calle de San Bernardo (la actual Universidad Complutense) siguió los cursos de Derecho y de Filosofía y Letras. En estos años fue confirmándose su vocación filosófica, dedicándose al estudio de forma entusiástica. En 1916 alcanza el grado de doctor en Derecho y en Filosofía. Inmediatamente, comienza la preparación de oposiciones a cátedra. Fueron años saturados de trabajo, encerrado horas y horas cada día en la biblioteca del Ateneo de Madrid, que compaginaría con la preparación de sus primeros libros. También trabajaría como abogado hasta la guerra civil.
Pero no todo fue estudio, trabajo jurídico y actividad investigadora. Tuvo cierta actividad política en Requena, organizando la Liga Política de Renovación y constituyendo el alma del periódico Eco de Levante, desde cuyas páginas fustigó al caciquismo de la restauración, y colaborando con La Voz de Requena, cuya cabecera rezaba «Semanario anticaciquista».
Lucio Gil de Fagoaga escribió en una ocasión que el horóscopo de su nacimiento se resumía en la palabra «equilibrio» (aunque nació bajo Virgo y no bajo Libra, por anotar astrológicamente su autodefinición). Y entendía que las notas más definitorias de su vida y de su pensamiento eran varias: «calma con una voluntad firme, espíritu crítico sobre toda novedad, revestimiento estético de la realidad pura, serena economía en el curso de la vida, afán de progreso dentro de lo posible, independencia radical atacando lo establecido, amor a la humanidad reconociendo sus defectos, alegría permanente superando la desdicha y el dolor». A ello habría que añadir un espíritu joven hasta el fin de sus días, espíritu que él mismo atribuía a que la juventud de sus alumnos le remozaba.
Sus últimos años los pasó en Requena, rodeado de sus libros, sentado ante su vieja mesa y fumando tabaco de producción propia en una pipa añosa y quemada, acariciando viejos proyectos, leyendo y conversando. Murió en su casona de Requena en el amanecer del día de Navidad de 1989, contando noventa y tres años, dejando una obra inconclusa y desperdigada, una biblioteca extraordinaria que casi no contiene obras posteriores a los años treinta del siglo XX, un considerable patrimonio que legó a la Fundación que lleva su nombre y muchas incógnitas.
Fuente: http://intercentres.edu.gva.es/INTERCENTRES/46007177/html/biografi.htm