miércoles, 11 diciembre
AVA-ASAJA denuncia que el Botànic se desentiende de los agricultores mientras dejan de cultivar seis hectáreas cada día por la crisis de rentabilidad.
Requena (11/12/19) Ava Asaja
Los últimos datos oficiales sobre el abandono de tierras de cultivo confirman la situación de emergencia en la que se halla sumido el sector agrario valenciano. Según un estudio de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) elaborado a partir de la Encuesta ESYRCE del Ministerio de Agricultura, en 2019 la superficie agrícola de la Comunitat Valenciana desciende en 2.225 hectáreas, es decir, un 1,4% menos respecto al año anterior. Este desalentador balance permite concluir que los agricultores valencianos dejan de cultivar seis hectáreas cada día.
El informe de AVA-ASAJA también revela que el conjunto de la superficie abandonada asciende ya a 161.567 hectáreas, lo que supone el 20,9% de toda la superficie agraria de la Comunitat Valenciana. En otras palabras, una de cada cinco hectáreas que antiguamente producían alimentos ha quedado yerma. La agricultura valenciana, con estos datos, encabeza de una manera todavía más abultada el ranking nacional de tierras abandonadas. Las comunidades autónomas que le siguen en número de hectáreas baldías son Castilla-La Mancha (153.446 Ha), Andalucía (129.477), Castilla y León (126.172) y Aragón (109.545).
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, asegura que “la dramática crisis de rentabilidad que arrastra la mayoría de los cultivos valencianos está detrás del envejecimiento sin precedentes en la historia de la población agraria, de la falta de relevo generacional y del salvaje abandono de campos. Las alarmas no paran de sonar, los números no pueden ser más evidentes, pero el gobierno del Botànic sigue sin reaccionar, se desentiende de los agricultores y prefiere estar en otras cosas.”
Afirma Aguado que “los presupuestos de la Generalitat Valenciana son absolutamente inútiles para revertir el abandono de tierras, ya que recortan las partidas que favorecerían la necesaria transformación y modernización de los campos. Por el contrario, el reparto de los pocos fondos destinados a la conselleria de Agricultura beneficia a las líneas paisajísticas o ambientales como la lucha contra el cambio climático. ¿Cómo esperan mejorar el medioambiente de la Comunitat si dejan tirados a los agricultores, que son los que cuidan el territorio? ¿Cómo si luego no mueven un dedo ante el incremento de campos abandonados, los cuales se convierten en un polvorín para incendios forestales, en vertederos incontrolados y en foco de maleza y plagas? Su fanatismo les impide ver que el mejor ataque contra el cambio climático es una buena defensa de la agricultura sostenible.
”Los cítricos –que vienen de la peor campaña de los últimos tiempos– suponen prácticamente la mitad de las hectáreas abandonadas en 2019 (1.109 menos que en 2018). Otras producciones representativas del campo valenciano que han perdido superficie son el viñedo (256 hectáreas menos), las hortalizas (677) o el algarrobo (114). Cultivos que estaban experimentando una tendencia al alza han visto frenada la misma al defraudarse las expectativas generadas, como son los casos del olivar, el almendro, el caqui o el granado. Por último destaca la apuesta creciente por las frutas subtropicales del aguacate y el kiwi debido a su alta demanda internacional. Evolución de la superficie por cultivos en la Comunitat Valenciana