jueves, 5 abril
Requena(05/04/18) Fuente levante-emv.com A. Castelló/D. Laguía
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, presentaba el pasado mes de diciembre el «Plan de mejora de la calidad de Cercanías 2017-2025», con una inversión superior a los 1.400 millones, para dar un impulso a la red. Los pueblos afectados por la Línea C-3 –que une València con Cuenca, previo paso por municipios de l´Horta, la Hoya de Buñol-Chiva y Requena-Utiel– recibieron aquel anuncio como agua de mayo, sobre todo al conocerse que se electrificaría el tramo hasta Utiel, ya que los trenes funcionan a diésel con poca velocidad. El problema es que no se determinó una fecha. De hecho, para los tres próximos años Fomento no contempla asignación alguna para electrificar el trazado, cuando en aquel plan anunciado a bombo y platillo se prometía una inversión total de 320,68 millones de euros. Es decir, la línea C-3, según reflejan los Presupuestos Generales presentados anteayer, permanece todavía en el olvido a ojos del Estado.
Entre las inversiones anunciadas por De la Serna en diciembre para esta línea ferroviaria que también se quedan todavía en el aire se encuentran asimismo la duplicación y renovación de las vías desde València hasta Buñol; la renovación de la vía en el tramo que va desde Buñol a Utiel; la adaptación de los andenes para trenes de 200 m; la eliminación de los pasos a nivel en seis de las estaciones por donde pasa la línea, o el bloqueo de libreación automática (BLAU) desde Buñol hasta Utiel.
De este modo, los municipios implicados en la C-3 –Xirivella, Aldaia, Alaquàs, Riba-roja de Túria, Loriguilla, Cheste, Chiva, Buñol, Siete Aguas, Requena, Utiel y Camporrobles (aunque este último no está incluido dentro de la red de Cercanías)– deberán seguir esperando a que una nueva partida presupuestaria pueda modernizar un servicio ferroviario que algunos de sus alcaldes ya calificaron el año pasado, en plena campaña de demanda de mejoras, como «un tren del siglo XIX».
En las mismas promesas del ministro de Fomento, no se mencionaba ninguna fecha concreta, si bien el límite es 2025, por lo que los municipios afectados deberán seguir esperando.
Eso sí, la previsión del actual Gobierno no es precisamente que se arreglen a corto o medio plazo todas las deficiencias históricas que presenta la C-3. La nula asignación presupuestaria programada para los próximos tres años así lo confirma