miércoles, 13 abril
Luis Ibáñez
La baja pluviometría que se está registrando en la comarca Requena-Utiel desde el mes de agosto de 2013 y principalmente desde el 3 de noviembre del pasado año, está obligando a los agricultores a buscar agua en las profundidades de la tierra para salvar sus cultivos agrícolas principalmente el de la vid.
Los manantiales de aguas superficiales e incluso algunos pozos ya se han agotado por la falta de lluvia. Por este motivo, numerosos agricultores están abriendo nuevos pozos en las últimas semanas para captar nuevas corrientes de agua a grandes profundidades que, según cuentan los mismos, generalmente oscilan entre los 50 y los 200 metros.
Agricultores que han realizado sondeos recientemente han afirmado que a bastante profundidad “es posible encontrar caudales de agua importantes de hasta 3.000 litros por minuto”. “Eso sí –agregaron- también se abren pozos en los que no se consigue encontrar corrientes de agua importantes”.
Además de la búsqueda de aguas que están llevando a cabo numerosos agricultores a titulo individual, hay varias comunidades de regantes que “también están intentando captar caudales de agua suficientes para atender la demanda de sus asociados” comentan desde el sector de los agricultores.
Los agricultores que desde hace varios años vienen realizando sondeos para regar sus cultivos y especialmente el viñedo, están utilizando la energía solar para el bombeo de las aguas de los pozos con el fin de reducir costes.
En Requena-Utiel, “más del 40% de la superficie de viñedo ya cuenta con algún sistema de regadío”, según estimaciones de representantes del sector y la misma está previsto que aumente de forma considerable en los próximos años con los nuevos proyectos, tanto mancomunados, como individuales que hay en marcha.
Lo que no tienen claro las fuentes, es si las reservas hídricas de que dispone la comarca van a ser suficientes para atender la demanda prevista sobre todo si continúa si registrarse importantes temporales de lluvia.
Por el momento, los agricultores afirman que la única posibilidad de hacer frente a los largos periodos de escasa precipitación que se vienen produciendo en los últimos años es “instalar el riego en las parcelas agrícolas”.