viernes, 18 octubre
Aguado: “Cuando la OMC cuestiona una práctica anticompetitiva, no tiene sentido que la penalización recaiga sobre otro sector como ocurre ahora con la agricultura”
Requena (18/10/19) AVA-ASAJA
Hoy ha entrado en vigor la aplicación por parte de la Administración Trump de los aranceles de hasta el 25% a determinados productos agroalimentarios de España y otros países europeos. Al respecto, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) reclama a la Unión Europea que tome compromisos inmediatos y contundentes para otorgar unas compensaciones económicas suficientes a los sectores afectados por estas medidas arancelarias.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, advierte de que “esta actuación abusiva de Trump va a suponer la práctica expulsión de los cítricos, vinos, aceites o quesos valencianos y españoles del mercado norteamericano, puesto que será muy difícil competir con un producto que, de la noche a la mañana, se encarece en la aduana una cuarta parte de su valor”. Por ello, el dirigente agrario considera fundamental que “si Bruselas finalmente no alcanzara un punto de encuentro con Washington, que es lo deseable entre dos aliados, destinara un paquete de medidas compensatorias para los productores directamente perjudicados”.
Asimismo, de seguir adelante la guerra comercial, AVA-ASAJA exige a la Comisión Europea que tenga previsto contraatacar cuando, dentro de unos meses, la Organización Mundial del Comercio (OMC) previsiblemente sancione las ayudas de Estados Unidos a Boeing mediante la adopción de aranceles de al menos el 25% a los frutos secos y otros productos agroalimentarios norteamericanos con destino a Europa, cuyas exportaciones superan con creces los envíos españoles.
“Reglas injustas” de la OMC
“Cuando la OMC cuestiona una práctica anticompetitiva en la industria aeronáutica –señala Aguado– no tiene sentido que la penalización recaiga sobre otro sector. La agricultura europea va a pagar los platos rotos de un conflicto en el que no se le ha perdido nada. Este caso revela que la OMC tiene unas reglas de juego injustas que deben cambiarse. Es más, los aranceles anunciados van a provocar distorsiones de mercado y eliminación de competencia, por lo que van contra los principios fundacionales de la propia OMC”.