lunes, 8 junio
Cristóbal Aguado exige que el “papel estratégico” de la agricultura ante el Covid-19 no se quede en un “lema engañoso” y se vea refrendado con medidas de apoyo
Requena (08/06/20)
El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado, solicitó hoy durante su comparecencia en les Corts Valencianes incluir al sector agrario en el Plan de Reconstrucción Social, Económica y Sanitaria mediante la puesta en marcha de “una hoja de ruta consensuada al menos a diez años, gobierne quien gobierne, para reconducir el rumbo desnortado y suicida de las políticas agrarias”.
Aguado hizo hincapié en la necesidad de “profundizar en la colaboración con todas las organizaciones agrarias, sobre todo con La Unió de Llauradors, para unir fuerzas y plantear soluciones conjuntas ante unos retos que no han sido causados ahora por el Covid-19, sino que se arrastran desde hace décadas”. Asimismo, urge a todos los partidos políticos a “buscar un camino de consenso, aparcando ideologías y poniendo todos de su parte pragmatismo, respeto, inteligencia y generosidad”.
Tras decir que “de Madrid no podemos esperar nada”, el dirigente agrario se dirigió a los grupos valencianos con el objeto de reclamarles una serie de reivindicaciones de competencia autonómica “que no cuestan dinero, únicamente voluntad política para su aplicación inmediata”: un observatorio de precios que suministre una información valiosa al sector; el cálculo de los costes medios de producción, en contra de las tesis del Gobierno; el control de las superpoblaciones de fauna salvaje, cuyas pérdidas anuales AVA-ASAJA eleva a 30 millones de euros por las restricciones a la caza y la menor presencia humana en el territorio debido al estado de alarma; medidas contra los robos en el campo; la simplificación de la burocracia; inspecciones en los puntos de venta, etc.
Entre las medidas que sí exigen presupuesto, Aguado otorgó “máxima prioridad al impulso de la Ley de Estructuras Agrarias para ganar tamaño, reducir costes, introducir innovación y mejorar la comercialización y competitividad”. Otras demandas son la modernización de regadíos y la garantía de agua para todos los cultivos; mejorar la sanidad vegetal –“la Xylella fastidiosa debería estar ya erradicada”, recriminó Aguado–; un mayor apoyo a los seguros agrarios; y, en este sentido, una mejor cobertura de los daños causados por fauna salvaje e, incluso, un fondo de compensación por los mismos.
Respecto a la estrategia medioambiental ‘De la Granja a la Mesa’, Aguado reprochó que “la Comisión Europea renuncia a su soberanía alimentaria, tan puesta de manifiesto durante el Covid-19, porque supondría reducir la producción agraria europea y depender cada vez más de los alimentos venidos de países terceros. Alimentos foráneos que curiosamente entrarían por Holanda, país del vicepresidente de la Comisión Frans Timmermans encargado de defender este proyecto. ¿Economía circular o negocio redondo? ¿Acaso los alimentos del hemisferio sur llegan en catamarán?”, acabó preguntándose Aguado.
En esta línea, el presidente de AVA-ASAJA defendió que “la agricultura europea es el único sistema importante del mundo que ha reducido un 20% sus emisiones desde 1990, apenas supone el 10% de las emisiones de Europa y es un gran fijador de dióxido de carbono. Al culpabilizar al sector agrario del cambio climático, ¿se enmascaran otros intereses? ¿Por qué no se rectifica tras comprobar la descontaminación experimentada con el Covid-19, cuando el sector agrario no ha parado y se ha visto claramente quién contamina y quién no?”
En conclusión, Aguado exigió ante el hemiciclo autonómico que “el papel estratégico con el que las administraciones han considerado a la agricultura durante la crisis del Covid-19 no se quede en un lema engañoso, sino que se vea refrendado desde ya con suficientes medidas de apoyo”.