miércoles, 4 mayo
Viña, olivar, almendro y fruta de hueso son las producciones más castigadas
Requena (04/05/22)- AVA-ASAJA
Tras las lluvias persistentes y la ola de frío ártico en los meses de marzo y abril, el mes de mayo empieza con nuevas precipitaciones e incluso la primera tormenta de pedrisco que castiga el campo valenciano. Según una primera estimación de urgencia de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), la piedra caída ocasionó daños de gravedad en una superficie aproximada de 3.000 hectáreas de cultivo, principalmente en los términos de La Font de la Figuera, Fontanars dels Alforins y Camporrobles.
El cultivo más afectado por el granizo es la viña, sobre todo en aquellas parcelas cuyo ciclo vegetativo se encuentra más avanzado y el tamaño de los brotes son mayores. Así, el grado de afección en estas variedades más tempranas puede alcanzar el 70% de la futura producción e incluso hasta el 100% en los campos más golpeados por la piedra. Muchos racimos que no han llegado a caer al suelo muestran numerosos impactos y, aunque sus uvas cicatricen, no se van a desarrollar como un racimo normal, con la consiguiente merma de cosecha.
Otras producciones castigadas son el olivar, el almendro y las frutas de hueso, si bien estas dos últimas ya sufrían antes de la tormenta graves mermas debido al frío y el exceso de humedad. Los agricultores están preocupados porque las lluvias continuadas impiden la realización de labores agrarias necesarias para mantener un correcto desarrollo vegetativo.
AVA-ASAJA estima que sus previsiones actuales de 30 millones de pérdidas en el sector agropecuario de la Comunidad Valenciana a causa de la anomalía climática van a quedarse cortas conforme transcurran los días y se constaten a pie de campo la evolución de los daños. Por ello, la organización agraria ha enviado un escrito a la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) solicitándole que apruebe una moción en apoyo al colectivo y que traslade a los consistorios la necesidad de aplicar ayudas directas y medidas fiscales dirigidas a aliviar la difícil situación que atraviesan los agricultores y ganaderos afectados. La asociación también se ha dirigido directamente a los ayuntamientos de capitales de comarca y de localidades con especiales siniestros a causa de las adversidades climáticas para instarles a poner en marcha iniciativas en defensa del sector agrario.