miércoles, 16 junio
La práctica totalidad de las fallecidas en la zona de Requena-Utiel son aves rapaces.
Los últimos datos que manejan algunas asociaciones ecologistas no son muy halagüeños en el interior valenciano, en los últimos días se han localizado en Requena y Utiel, tres buitres electrocutados, un Águila Calzada y un joven pollo de Ratonero en su primer vuelo.
Requena-Utiel está catalogada como la zona donde más aves se localizan fallecidas por electrocución.
Requena, (16/06/21). Redacción.
La sangría de aves rapaces fallecidas en los tendidos eléctricos distribuidos por Requena-Utiel y en otras comarcas valencianas, no para; es más, ni siquiera disminuye y lejos de ello va en aumento, según explican desde la Asociación para la Defensa de la Naturaleza, ADENSVA.
Los tendidos eléctricos se sujetan por medio las llamadas torretas o apoyos y según dicha asociación, “ninguno de ellos pasaría el examen”, en palabras de Antonio Castillo, portavoz de la misma, quien destaca que los hay más peligrosos y ligeramente menos.
Castillo destaca que en Requena-Utiel los agentes medioambientales revisan con frecuencia los lugares más susceptibles de generar electrocuciones de aves y, “encuentran muchas muertas”, generalmente rapaces, si bien es cierto que en Fuenterrobles hay una zona de especial protección para las aves que sí la están adaptando, los tendidos eléctricos o las torretas, en este caso Iberdrola, la empresa que opera la zona.
Para la asociación, la administración, en este caso la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, a la que compete el asunto, no aplica el principio de prevención si no que se limita a ordenar a la empresa la corrección de la torreta que causa la muerte del ave, lo que ocurre una vez producida la misma además, se solicita una necropsia para determinar si el ave ha fallecido por electrocución, algo que complica mucho las cosas entre otros asuntos, porque los depredadores terrestres, oportunistas en muchos casos, acaban con las pruebas es decir, se comen a las aves cuando caen al suelo y ya no hay cadáver que analizar.
Del mismo modo aclara Castillo, que la administración no hace cumplir la ley, por el contrario establecieron, añade, un convenio con Iberdrola, en el que se recoge que adecuarán 1.000 torretas por provincia y año. Lo que se está haciendo es adecuar las ZEPAS, las zonas de especial protección, algo que deberían haber iniciado en 2008 y cuando acaben continuarán con el resto de tendidos eléctricos. La mortandad de aves rapaces en la zona, explica Castillo, hace que se agrave la plaga, por ejemplo de conejos en la zona, que merma las cosechas al dañar los cultivos; carecen de depredadores naturales, o al menos éstos han disminuido considerablemente en los últimos años.
Desde principios de 2015 hasta mediados de agosto de 2019 estos eran los datos de electrocuciones que manejaba la asociación:
Zona prioritaria de Requena-Utiel
4 Búhos Reales, 2 Cernícalos, 3 Ratoneros, 2 Águilas Reales, 1 Águila Culebrera.
Zepa del Cabriel
1 Búho real, 2 Águilas culebreras, 1 Águila de Bonelli (Peligro extinción)
Zepa Alto Turia y Sierra del Negrete
4 Búhos Reales, 1 Buitre Leonado, 1 Águila Culebrera
Aunque si añadimos otras zonas serían un total de 122 aves supuestamente muertas por electrocución. ADENSVA ha cursado de momento dos denuncias ante la fiscalía, sin que ninguna de ellas consiguiera llegar a lograr su propósito.