sábado, 5 diciembre
En la tramitación parlamentaria se ha suprimido, por unanimidad, las sanciones de hasta 60.000 €.
La asociación La Abeja es Vida considera clave la movilización de protesta del pasado 6 de noviembre.
En Requena-Utiel hay más de medio centenar de apicultores que aplauden este cambio.
Requena, (05/12/20). Redacción.
La Abeja es Vida se muestra satisfecha de la retirada, durante la tramitación parlamentaria de la llamada Ley de Acompañamiento, de la reforma de la Ley de Ganadería de la Comunidad Valenciana que preveía multas de hasta 60.000 € para los apicultores que instalaran colmenas en zonas citrícolas prohibidas y fueran denunciados por agricultores. En dicha asociación confían en que se confirme en la votación de Les Corts Valencianes la supresión de una medida que consideran una amenaza directa para la supervivencia del sector apícola en la Comunidad Valenciana. Todos los grupos parlamentarios se han mostrado a favor de su retirada.
Desde La Abeja es Vida agradecen a las asociaciones agrarias su defensa de la apicultura y su movilización para protestar contra unas sanciones que hubieran hecho inviable el trabajo de los profesionales de la apicultura. La manifestación con camiones del pasado 6 de noviembre en Valencia ha sido decisiva para visibilizar ante los grupos políticos y la sociedad la unión del sector apícola. Confiamos en que esa protesta sea el punto de inflexión para concienciar a las autoridades de la situación crítica por la que pasamos los apicultores. Ese es uno de los objetivos prioritarios de nuestra asociación, creada recientemente para unir al sector y reivindicar la actividad apícola.
La Abeja es Vida considera que ahora la prioridad para los apicultores es movilizarse en contra el acuerdo de la “pinyolà” y que podría prorrogarse en marzo nuevamente. Creemos que es una normativa obsoleta, nacida en 1993 para evitar la polinización cruzada en los campos de cítricos, pero que ya no se adapta a la realidad de la citricultura y que criminaliza la actividad de los apicultores. Además, esta norma perjudica también a muchos agricultores que sí desean la polinización natural, tanto en cítricos como en otros cultivos.