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lunes, 2 diciembre
AQLARA ha tenido que activar medidas de emergencia tanto en el momento de la catástrofe climática como en las últimas semanas, con el fin de garantizar la operatividad de los servicios de agua potable y alcantarillado en el casco urbano de Requena y en sus pedanías.
Requena (02/12/24)- AQLARA
Después de las graves inundaciones ocurridas el pasado 29 de octubre en la Comunidad Valenciana que han afectado seriamente a los servicios básicos en varios municipios de la provincia de Valencia, AQLARA ha tenido que activar medidas de emergencia tanto en el momento de la catástrofe climática como en las últimas semanas, con el fin de garantizar la operatividad de los servicios de agua potable y alcantarillado en el casco urbano de Requena y en sus pedanías.
En respuesta a las más de 100 incidencias registradas, algunas de ellas de extrema gravedad y que comprometieron el funcionamiento de las conducciones principales de abastecimiento al casco urbano de Requena, se ha movilizado a varios equipos de personal propio, maquinaria y equipos externos. En total, más de 30 trabajadores, entre operarios y técnicos, durante más de tres semanas han participado en las labores para garantizar la continuidad del suministro.
Como parte de las medidas establecidas, también se han distribuido 83 cisternas de agua potable entre la población de las pedanías, lo que equivale a más de 1,5 millones de litros de agua entregados para cubrir las necesidades básicas.
El arquero que facilitó el suministro de agua
Entre las acciones más destacadas se encuentra la instalación de una red provisional de abastecimiento sobre el paso del río Magro a la altura de San Antonio, donde el derrumbe de un puente se llevó por delante la una tubería existente y dañó la infraestructura que abastece a la población de las pedanías de La Vega. Para poder restablecer la continuidad del servicio de forma inmediata, se recurrió a la ayuda de un arquero, que mediante el lanzamiento de una flecha consiguió conectar ambos lados del río, lo que permitió establecer un sistema provisional de cables guía en el que se tendieron tuberías provisionales y asegurar así el suministro de agua a los usuarios en un tiempo récord.
AQLARA también ha llevado a cabo controles analíticos que confirman la potabilidad del agua, preservando la calidad y seguridad del recurso para todos los usuarios. Gracias a estas acciones coordinadas y a la rápida intervención del equipo, el servicio se ha mantenido siempre activo en las áreas afectadas, minimizando el impacto para la ciudadanía.
En cuanto al servicios de alcantarillado, los daños provocados por el desbordamiento del río Magro y los barrancos en el municipio han generado multitud de incidencias que se han venido resolviendo con la dotación de medios para limpieza e inspección de las redes, medios que siguen trabajando para normalizar el funcionamiento de las redes de alcantarillado y revisar los daños provocados por las avenidas de agua.
AQLARA se compromete a continuar aportando todos los medios necesarios para asegurar la calidad y la continuidad del servicio de agua potable y de alcantarillado, y a colaborar con el ayuntamiento en inventariar los daños provocados y valorar los trabajos de reconstrucción de las infraestructuras dañadas.
