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Venta del Moro (30/07/20) Fuente Asociación Cultural Amigos de Venta del Moro 

Concesión de los premios Meseta del Cabriel y Pino Quilibios 2020 a las entidades, colectivos y trabajadores que han luchado en el ámbito local y comarcal contra la pandemia de la Covid-19 en la Meseta del Cabriel

La Asociación Cultural Amigos de Venta del Moro ha concedido en su vigésima edición los premios “Meseta del Cabriel 2020” y “Pino Quilibios 2020” a las entidades, colectivos y trabajadores que han contribuido con su esfuerzo a menguar los trágicos efectos de la pandemia de la COVID-19 en el municipio de Venta del Moro y su comarca, tal como se detalla en el acta que sigue. El acto de concesión a los representantes de estos colectivos se celebrará a las 20 h. del domingo 9 de agosto de 2020 en la Casa de la Cultura de Venta del Moro dentro de los actos de la XXVI Semana Cultural Venturreña. Durante el acto se entregarán a los premiados una escultura realizada ex profeso.

Transcribimos a continuación el acta de 18 de julio de 2020 donde se describen los méritos de los premiados:

“2. Se procede al debate sobre las personas y entidades merecedoras de los premios “Meseta del Cabriel” y “Pino Quilibios” en su vigésima edición. Tras las argumentaciones pertinentes, se procede a la votación y, por mayoría de los miembros de la directiva presentes, se aprueba lo siguiente:

2.1 Conceder el premio denominado “Meseta del Cabriel” año 2020 a las entidades y colectivos (sanitarios, cuidadores, fuerzas de orden público, trabajadores públicos y privados) que han contribuido con su esfuerzo a aminorar los efectos de la COVID-19 en el ámbito comarcal:

La comarca ha pasado por múltiples pandemias, desde las pestes de la Edad Media y Moderna, a las seis terribles oleadas de cólera y la gripe de 1918; sin embargo, en 2020 nuestra generación se ha enfrentado por primera vez a una epidemia de rápido contagio y graves consecuencias.

El 13 de marzo de 2020, los ayuntamientos de la comarca adoptaron medidas de suspensión de todos los servicios, reuniones y espectáculos públicos, así como cierre de locales públicos para evitar la propagación del coronavirus. El 14 de marzo, el gobierno de España decretó el Estado de Alarma y el confinamiento de la población. El 16 de marzo se daba el primer caso de positivo del virus coronavirus COVID-19 en Requena y el 6 de abril ya eran 246 infectados por el virus en el Hospital de Requena. El 11 de mayo se relajaron las medidas y el área de Salud de Requena pasó a la fase 1 de desescalada. Cuando esta acta se escribe, en la comarca se han sumado 352 contagios y 55 fallecidos.

Durante esta primera fase de la pandemia hay que distinguir a todas aquellas personas que desde su puesto de trabajo o desde posiciones solidarias han colaborado y luchado para mitigar en lo posible la severidad de la enfermedad. Gran parte de la población agradeció diariamente con sus aplausos desde los balcones la dedicación de todos estos profesionales y el premio Meseta del Cabriel 2020 quiere recoger el sentir de la gente de la comarca.

– En primer lugar, a los sanitarios de cualquier condición y categoría que han estado en primera línea de fuego y no siempre en las mejores condiciones, trabajando sin descanso y en condiciones de estrés físico y psicológico, para dar la cobertura sanitaria pertinente a la población. El Área de Salud de Requena ha demostrado la necesidad de contar con una sanidad pública fuerte que pueda afrontar situaciones epidémicas como la actual. Cuando gran parte de la población estaba confinada, los sanitarios acudían diariamente a sus puestos de trabajo, exponiendo su salud y la de su familia, para garantizar la cobertura médica de los comarcanos. Los tratamientos procurados no han sido sólo médicos, sino también de acompañamiento a los enfermos que no podían ser visitados por sus familias. Su exposición a la pandemia ha originado en la clase sanitaria un elevado número de contagios en toda España.

– El personal cuidador de las residencias de personas mayores. Sin duda, el peor foco de la pandemia en España se ha centrado en las residencias por ser la población anciana la más afectada por el virus. Con menguados medios, el personal cuidador acudía diariamente a sus centros de trabajo para atajar en lo posible la situación dramática de sus centros. Se han enfrentado a escenas muy duras y a un escenario casi dantesco que han intentado suplir a base de profesionalidad y humanismo. Un papel nada fácil para centros que no estaban preparados para un fenómeno de esta naturaleza. La comarca, con varias residencias y asilos, también ha visto como el núcleo central de la pandemia afectaban a estos centros y el personal cuidador que se ha enfrentado ante esta situación insólita y desafiante merece todos los agradecimientos de una sociedad que debe valorar y respetar a sus generaciones más veteranas.

– Los departamentos de servicios sociales y psicológicos municipales que han atendido en una situación de tanto estrés emocional a personas vulnerables y de alto riesgo, han auxiliado a las personas dependientes, han dado ayudas económicas para alimentos, editado guías de autoayuda, etc.

– Las fuerzas de orden público y seguridad fueron servicios esenciales durante el estado de alarma para que se respetaran las severas restricciones a la movilidad y para auxiliar ante la emergencia sanitaria y social decretada. Guardia Civil, unidades del Ejército, bomberos, policía local han mantenido duras sesiones de trabajo controlando y ayudando en todas las labores en que su presencia era reclamada.

– Trabajadores de los servicios comerciales esenciales que no han dudado en mantener abastecida la población, acudiendo a sus puestos de trabajo con profesionalidad a pesar de su lógico temor al contagio. Todo un sector privado de dependientes, cajeros, transportistas, autónomos, empresarios que no dudaron en redoblar sus esfuerzos para garantizar la suficiencia alimentaria, farmacéutica, de productos de desinfección y limpieza y de otros bienes ahora vitales.

– Los operarios y funcionarios de diferentes municipios de la comarca que han realizado servicios esenciales de limpieza, desinfección y mantenimiento de infraestructuras.

– Los medios de comunicación comarcales que, a pesar de las limitaciones de las fuentes, han intentado mantener informada a la población.

– Las numerosas experiencias solidarias surgidas en la comarca como las redes de mujeres que en diferentes pueblos han confeccionado más de 18.000 mascarillas, batas y otros productos que han sido distribuidas por una red de alcaldes; empresas textiles privadas que han dispuesto su material y experiencia al servicio de la confección de material sanitario; la Agrupación de Defensa Sanitaria del Porcino que donó garrafas de lejía, gel desinfectante de manos, cajas de guantes de nitrilo, buzos y calzas protectoras de calzado; vecinos que con impresoras 3D confeccionaron pantallas de protección; agricultores que fumigaron los viales de pueblos y aldeas, etc.

Así pues, la ASOCIACIÓN CULTURAL AMIGOS DE VENTA DEL MORO concede el premio “Meseta del Cabriel” año 2020 a todas las entidades, colectivos, trabajadores y experiencias solidarias que han contribuido con su profesionalidad, dedicación, intensidad y humanismo a aminorar los efectos sanitarios, psicológicos y sociales de la COVID-19 en la comarca.

2.2 Conceder el premio denominado “Pino Quilibios” año 2020 a las entidades, colectivos y vecinos que han contribuido con su esfuerzo a aminorar los efectos de la COVID-19 en el término municipal de Venta del Moro:

Dicen que no hay mal que algún bien no traiga. La pandemia que aún sufrimos ha demostrado la fuerza de un pueblo y aldeas que han luchado unidos y que han exhibido poderosos lazos de solidaridad. Han sido múltiples los detalles que han contribuido a que el vecindario soportara el confinamiento con seguridad y garantías. El Premio Pino Quilibios 2020 quiere reconocer la multiplicidad de gestos y esfuerzos que han aflorado en estos tiempos tan recios y que deben de servir de lección para la posteridad.

– La red de mujeres de Venta del Moro y sus aldeas que, al poco de decretarse el estado de alarma, confeccionaron con denuedo y sin descanso miles de mascarillas, batas, calzas y gorros para el vecindario e instituciones comarcanas sanitarias, residenciales y de orden público.

– Todos los agricultores que han fumigado y fumigan con sus medios el viario de Venta del Moro y todas sus aldeas.

– Vecinos que con materiales como esterillas o impresoras 3D confeccionaron pantallas de protección individual.

– Servicios comerciales y alimentarios locales que funcionaron a la perfección, mantuvieron un total abastecimiento y habilitaron todos los medios para respetar la normativa y cumplir con la seguridad exigible sus servicios.

– Sanitarios locales y farmacéuticos que estuvieron en todo momento asesorando a la población y atentos a la evolución de la pandemia en la localidad, previniendo posibles contagios.

– Trabajadores públicos y equipo de gobierno del Ayuntamiento de Venta del Moro que se reinventaron para buscar todo tipo de material (tejidos especiales para poder confeccionar las mascarillas; hipoclorito…); distribuyeron material de protección antiCOVID-19 a todo el vecindario; que han hecho de conductores, repartidores del pan y comida a domicilio a la gente mayor y hasta de psicólogos para las personas a las que la ansiedad les podía. Que alegraron con la entrega de un hornazo de Pascua a los niños que estuvieron confinados en el término.

– Quizás, lo más perjudicado fue aquello que llevamos los venturreños en las entrañas: el patrimonio inmaterial. La Semana Santa y Pascua se quedó sin procesiones, Vía Crucis, judas, vergeles, volteo de campanas y excursiones campestres. Los Mayos no pudieron ser realizados a la manera tradicional, pero sí interpretados por medios audiovisuales y electrónicos. San Isidro fue celebrado con estrictas medidas que permitieron celebrar la misa y bendición de campos por la Mayordomía. La Asociación Cultural para aminorar la soledad del confinamiento, puso a pleno funcionamiento su página de Facebook publicando todos los días artículos de los veinticinco años de “Lebrillo Cultural” que fueron muy seguidos; resucitando su concurso fotográfico, esta vez denominado “contra el coronavirus” o poniendo los medios tecnológicos para celebrar virtualmente las tradiciones como los mayos. Los músicos tocaron desde los balcones el Día de la Música.

– A la dirección del Colegio Público que fue personalmente a las casas con menos recursos para proporcionarles una tablet a aquellos niños que no tenían acceso a internet y así poder estar conectados con sus profesores durante el confinamiento.

– Y cómo no a todo el vecindario que respetó casi escrupulosamente todas las restricciones; que soportó estoicamente no poder visitar a los familiares o salir a la naturaleza; que con su mascarilla respetaron en la calle las colas en los comercios; que aportó todo lo que tenía para ayudar como las sábanas de algodón para confeccionar mascarillas y que se agotaron en el pueblo; que salió a los balcones a cantar el “Resistiré” o los mayos y, a aplaudir contra los que trabajaban contra la pandemia o a escuchar la plegaria de los domingo y que ayudaron a sobrellevar el confinamiento a los que peor lo pasaban.

Todos estos gestos han contribuido a la escasa incidencia, hasta el momento, de la pandemia en el término municipal y a que el confinamiento en la población y sus aldeas se haya sobrellevado relativamente bien.

Un pueblo que ha mostrado su fortaleza en tiempos recios que es cuando se deben exhibir los lazos de solidaridad y unidad entre los vecinos que han nacido o han decidido vivir en la localidad. Un pueblo que a golpe de fraternidad ha espantado el miedo a una situación inesperada y nueva para casi toda la población.

Así pues, la ASOCIACIÓN CULTURAL AMIGOS DE VENTA DEL MORO concede el premio “Pino Quilibios” año 2020 a todas las entidades, colectivos y vecinos que han luchado unidos para aminorar los efectos sanitarios, psicológicos y sociales de la COVID-19 en Venta del Moro y sus aldeas y al propio vecindario por su ejemplar comportamiento que ha contribuido en gran medida al éxito en el primer combate de Venta del Moro contra la pandemia.

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