lunes, 9 mayo
El presidente de la organización agraria, Cristóbal Aguado, dice que la mejora tributaria deja un sabor agridulce y advierte de las consecuencias políticas que puede tener esa discriminación
El Ministerio de Hacienda decretó una rebaja de los módulos fiscales correspondientes a la campaña tributaria de 2015 para paliar así los desastrosos efectos sobre la agricultura causados por diversas circunstancias excepcionales como la sequía, pero la orden que recoge esta medida y los criterios absolutamente arbitrarios que se emplean en la elaboración de la misma excluyen de esa mejora fiscal, en determinados cultivos, a decenas de localidades de la Comunitat Valenciana.
“En primer lugar –explica el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado– hay que valorar en términos positivos la decisión del Gobierno, pero al mismo tiempo esa reducción tributaria nos deja un sabor agridulce, pues si bien el Ejecutivo ha cumplido su compromiso, el alcance de sus medidas se queda corto porque deja en la estacada a muchísimos agricultores. Además, no entendemos en función de qué criterios se aplican rebajas de distinta cuantía para un mismo cultivo en pueblos que están uno al lado del otro. La verdad es que nos parece algo incomprensible, porque las circunstancias de la sequía, que arrastramos desde hace ya cuatro años, son iguales para todos”.
Efectivamente, esa disparidad de criterios a la hora de establecer la rebaja se extiende a la práctica totalidad de los cultivos beneficiados. Así, la reducción de módulos aplicada en cítricos pasa del 0,26 previsto inicialmente a una amplia gama de descuentos que oscilan entre el 0,22 y el 0,05. Otro tanto ocurre en los casos del caqui o las hortalizas, con disminuciones que van del 0,37 inicial fijado para el caqui al 0,13 o al 0,05, mientras que en hortalizas esos desajustes se mueven entre el 0,26 y el 0,05.
Pero más sorprendente y de todo punto discutible resulta aún el tratamiento que ha recibido el viñedo valenciano por parte del Ministerio de Hacienda en esta rebaja tributaria, puesto que en la orden que regula esta medida no figuran entre los beneficiarios las poblaciones de Requena-Utiel, la principal comarca vitivinícola de la Comunitat Valenciana, mientras que, por el contrario, sí que aparecen otras localidades como Ayora, Jarafuel o Cofrentes.
Respecto al sector ganadero, el Ejecutivo ha aplicado reducciones fiscales que van del 0,13 al 0,09 para el porcino de carne extensivo, del 0,13 al 0,9 para la cunicultura, del 0,26 al 0,18 para apicultura y del 0,13 al 0,07 para ovino de carne.
“Reiteramos que este alivio tributario para el campo y la ganadería –apunta Cristóbal Aguado– nos parece tan necesario como positivo, pero ahora es imprescindible subsanar las incoherencias que se aprecian en estas disposiciones de Hacienda, unificar los criterios e incluir a los municipios olvidados. Queremos creer en la buena voluntad del Gobierno para resolver cuanto antes esta situación porque, como es lógico, los agricultores que se han visto marginados están muy descontentos y esa discriminación puede tener consecuencias políticas evidentes de cara a las próximas elecciones”.