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Están afectadas más de 40.000 hectáreas con unos 22 millones de euros de pérdidas directas para los agricultores. LA UNIÓ de Llauradors señala la cosecha de uva para la próxima campaña tendrá un importante descenso que ya se estima en un 50% por ciento sobre la anterior debido a los efectos de la sequía en el conjunto de las zonas productoras y al añadido de la marchitez fisiológica en otras. Todas las comarcas vitivinícolas de la Comunitat Valenciana están muy afectadas y en algunas zonas el porcentaje aún será mayor.

La sequía ha conllevado una clara y deficiente brotación de las viñas que tendrá repercusión tanto en la cantidad como en la calidad de la uva. Están afectadas más de 40.000 hectáreas (has) en todo el territorio valenciano (alrededor de 32.000 has en la provincia de Valencia, sobre 8.000 has en Alicante y unas 500 has en Castellón) y las pérdidas para los productores son superiores ya a los 22 millones de euros (18 millones en las comarcas de Valencia, 4 millones en la de Alicante y 300.000 euros en Castelló).

La situación es ya irreversible aunque lloviera en las próximas semanas por lo que se refiere a la producción y sólo se salvarían las cepas con la anhelada lluvia. No obstante, cada vez hay más superficie de viña donde se observa de forma muy visible la afección grave que la sequía ha causado en la plantación y que tendrá como consecuencia la necesidad de arranque y replantación, lo que supondrá un quebranto económico para este año y también potencial para las próximas campañas hasta que nuevamente se entre en producción.

En la zona de la DO Utiel-Requena la combinación fatídica de la sequía y la marchitez fisiológica que afecta únicamente a la variedad Bobal pero que hay que recordar que es la predominante en la comarca con mas del 80% de las viñas plantadas, ha afectado a entre un 60 y un 70% de la cosecha. Esta fisiología deseca los sarmientos de las vides y también las uvas.

En la DO Alicante la estimación es que la producción será prácticamente la mitad de la campaña anterior y en la DO Valencia o en la de la IGP Vins de la Terra de Castellón las previsiones son que haya entre un 30 o un 40% menos de cosecha.

LA UNIÓ de Llauradors cree que es urgente que el Gobierno central publique ya el Decreto para compensar las importantes pérdidas que padecen los agricultores y ganaderos valencianos por la sequía para que la Generalitat adapte su normativa autonómica al respecto. Aparte de esas posibles ayudas o exenciones fiscales que incluya el Decreto los productores de vino reclaman sobre todo aumentar la dotación de riego de socorro para la viña que actualmente está en 450 metros cúbicos por hectárea y año hasta los 1.200 con objeto de suplir el actual déficit hídrico, así como que las viñas que hayan estado incluidas en un plan de reestructuración durante los últimos diez años se puedan volver a plantar dentro del mismo en el caso de que se deban arrancar.

“Conforme pasan los días la situación en el campo por la sequía es más grave y más acuciante la necesidad de adoptar medidas y compensarla para los productores pues su renta se ve cada vez más mermada”, asegura Ramón Mampel, Secretario General de LA UNIÓ.

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