jueves, 3 mayo
Requena (03/05/18). Fuente esdiario.com -Vicente Climent
La sanidad pública valenciana está en tránsito hacia la gestión directa total. En materia de resonancias actualmente tiene contratado el servicio en un buen número de los hospitales con la firma valenciana Eresa porque Conselleria no cuenta por sí sola con los medios suficientes para atender a todos pacientes. Los aparatos y las actualizaciones para la detección precoz de enfermedades son caros.
Sin embargo la voluntad política del Consell es decidida y se va a invertir en máquinas que está previsto que sean compradas con el dinero donado por el empresario Amancio Ortega. Pero eso va a tardar un poco. Y en todo caso esos aparatos no serán suficientes para sustituir por completo a los de la empresa prestataria valenciana antes de que el 30 de septiembre venza el contrato vigente, por lo que lo más probable que el departamento de Carmen Montónacabe adquiriendo muchas de las máquinas de Eresa para completar su parque radiológico.
Mientras se cumplimentan los trámites con Ortega (que incluyen un concurso de suministro de los aparatos que pagará el magnate gallego) el mes de septiembre se va acercando, y hay que habilitar una solución para no interrumpir el servicio a los pacientes ni incrementar las listas de espera.
Y la fórmula que Montón y los suyos -que no contemplan la prórroga ni la figura del “enriquecimiento injusto”- han encontrado es la de convocar un nuevo concurso para asegurar el servicio (concurso ya recurrido por Imed para Valencia y Alicante, y por Eresa para el resto de la Comunidad), en el que se incluyen resonancias instaladas en camiones-tráiler o unidades móviles para atender por un tiempo limitado a los pacientes de zonas correspondientes a tres hospitales comarcales.
Eso va a pasar en Vinaroz, Requena y la Marina Baixa. Esas tres demarcaciones son las correspondientes a los lotes 1, 2 y 3 consignados en el “Pliego de prescripciones técnicas para la contratación del servicio de realización de estudios diagnósticos mediante resonancia magnética en la Comunitat Valenciana” publicado por la Generalitat el pasado 7 febrero 2018 con la firma de Rafael Sotoca Covaleda, director general de asistencia sanitaria.
Es decir, los pacientes de Requena que hasta ahora eran atendidos en La Fe, los de Villajoyosa que se desplazaban a Benidorm, y los de Vinaroz que se hacían las pruebas en el General de Castellón, las pasarán durante unos meses (luego volverán a tener que desplazarse) en el tráiler de un camión, al estilo “barracón” de las aulas prefabricadas de Educación, dos infraestructuras con vocación inicial de provisionalidad.
Esos tráilers, según el pliego, tendrán que estar instalados “en el recinto del hospital” correspondiente, al que podrían conectarse posiblemente mediante algún tipo de finger como los de los los aeropuertos para mejorar la sensación de instalación estable.
Las unidades móviles para las resonancias son normalmente empleadas en sitios despoblados o de población dispersa, pero también pueden sustituir a las unidades fijas de los hospitales (en los de ámbito superior al comarcal, que son las que practican estas pruebas) durante sus paradas de mantenimiento. Los aparatos de resonancias pesan entre 4,5 y 7,5 toneladas, por lo que precisan de cimentación y cierta estabilidad.