jueves, 2 enero
Documento del mes del Archivo Municipal de Requena de enero de 2025
Requena (02/01/24)- Nacho Latorre
AMRQ 4054/20-24 y 4053/121-125. Padrones de carruajes de lujo de 1905 a 1918 y padrones de automóviles de 1928.
El Benz patentado en 1886 y que comenzó a construirse en 1889 suele considerarse como el primer automóvil con gasolina. En 1886, Daimler y Maybach montaron el primer motor de explosión con gasolina en un vehículo de cuatro ruedas. En los cinco años posteriores comenzó la producción industrial de automóviles en Europa y Estados Unidos. El primer recorrido largo de automóvil fue el realizado en 1888 por Bertha Benz que viajó 106 kilómetros desde Mannheim a Pforzheim (Alemania). Pero el gran impulso a la industria automovilística tuvo que esperar a 1908 con la creación de la cadena de montaje de Henry Ford y su mítico modelo Ford T.
Muy a finales del siglo XIX y principios del XX, los españoles contemplaron atónitos los primeros vehículos a gasolina que circulaban por las carreteras españolas. La primera disposición que regulaba el tráfico de vehículos a motor en España fue en 1897 y en el Reglamento de 1900 se estableció el permiso de conducción que otorgaban los gobernadores civiles y que concedían ingenieros industriales tras realizar preguntas, sobre todo de mecánica del coche concreto a conducir. En 1905 llegó a Caudete de las Fuentes el primer automóvil, propiedad de Nicolás García Caro, Marqués de Caro.
El estudio de los padrones de carruajes de lujo y de automóviles del Archivo Municipal de Requena nos permite desvelar la aparición de los primeros automóviles, autobuses y camiones en Requena.
El arbitrio municipal de carruajes de lujo recaía sobre los propietarios de los carruajes con motor de sangre (caballerías) o mecánico destinados al recreo, comodidad u ostentación de los vecinos empadronados en Requena. El primer padrón que se conserva es de 1905 (AMRQ 4054/24) y figuran tres carruajes de lujo y ya un primer automóvil de cuatro asientos perteneciente a José Villela Andreu gravado con 29 pesetas. Fecha temprana, pues el primer vehículo matriculado en Valencia fue en 1902. Contrastan estos cuatro carruajes de 1905 con los 23.407 vehículos empadronados en Requena en la actualidad (más vehículos que habitantes). Dos carruajes de lujo pertenecían a Javier Lamo de Espinosa: un modelo carrito y un Dokar con una imposición de 20 pesetas cada uno. El Dokar sería sustituido al año siguiente por un Peter. Otro carruaje a sangre era el de Dolores Núñez de Haro, modelo faetón con capota gravado con 20 pesetas y 75 céntimos. El faetón era un carruaje de cuatro ruedas que se puede cubrir a voluntad con capota. Llevaba asiento circular en la delantera y caja para otro asiento posterior.
En el padrón de 1908 se contabiliza una carruaje más a sangre en San Antonio, propiedad de Vicente Manglano. Era de tipo galera, muy típico para transportar mercancía y personas, pues poseía capacidad para seis u ocho individuos. Figura otro automóvil más de cuatro asientos propiedad de Fernando Hernández de la Figuera, conde de Villamar.
En 1909, el automóvil del conde de Villamar no aparece, pero sí una berlina propiedad de Sara Pardo Guerrero. La berlina era un carruaje de cuatro plazas con pescante y completamente cerrado, de caja cuadrada por la parte superior y redonda o en forma de barco por la parte inferior. Seguían siendo seis los carros y automóviles empadronados y vemos cómo desde el primer padrón de 1905 hay mujeres propietarias.
En el padrón de 1910 seguían siendo cinco los carruajes de sangre y un automóvil. Dolores Núñez de Haro había añadido a su Faetón un Charret, carruaje inglés de dos ruedas con dos o cuatro asientos.
En el padrón de 1918 sólo aparece el Faetón de Dolores Núñez de Haro, un Charret de Eugenio Manuel Castellano y un automóvil de cuatro asientos que estaba en la estación de tren, propiedad de Sarah Pardo Giménez.
La década de 1920 será la del gran crecimiento del número de automóviles de servicio público y privado en Requena. En 1911 se había establecido el servicio público de automóvil para el trayecto Requena al Balneario de Fuentepodrida. En 1920 se anunciaba en La Voz de Requena el servicio diario de automóviles de Requena a Valencia y viceversa. En octubre de 1922, la Agencia de Transporte José Alcaide iniciaba el servicio de transporte en camiones Ford de Requena a la estación de tren y el 18 de diciembre de 1922, Ferrer y García inauguraba la línea pública en camiones de pasajeros entre Requena y Valencia. Ese mismo año de 1922, se establecía la agencia Ford de automóviles, camiones y tractores en Requena de Juan Martínez, por lo que casi todos los automóviles de Requena serán de esta marca. En 1923, se estableció la línea pública de automóvil entre Requena y Utiel.
En 1927 se creó la Patente Nacional de Circulación de Automóviles que gravaba la tenencia de automóviles y motocicletas de todo tipo. El Archivo conserva el primer padrón y lista cobratoria de vehículos automóviles de 1928 de Requena. En total, se censaron 103 automóviles.
– De la clase A en que se reflejaban automóviles de lujo o de turismo se empadronaban 73 automóviles, en su mayoría de marca Ford, pero también Dodge, Chevrolet, Chrysler, Delage, Fiat, Briscoe, Buick, Studebaker, Renault y Citroën, entre otros. Casi todos estaban matriculados en Valencia, varios en Albacete y tres en Cuenca. El resto se matriculaba en provincias como Segovia, Murcia, Castellón, San Sebastián… La media de caballos por coche era de 16, aunque había un Citroën de sólo 7 caballos y otros como Chrysler o Studebaker de 26. Esta medida de potencia en caballos era heredera de los anteriores carruajes a sangre. Aparecen automóviles en El Derramador (2), El Pontón, San Antonio (9), Casas de Eufemia, la partida de Lázaro y Los Pedrones. Algunos propietarios tenían dos coches.
– La clase B era para automóviles de alquiler. En el caso de Requena eran 17 omnibuses, todos pertenecientes a Nicolás Pérez García, alcalde de la época que supo ver como empresario el adelanto que suponía para el transporte de viajeros la sustitución de las diligencias por autobuses. En abril de 1928, estableció la línea Requena-Valencia. Será la conocida empresa La Requenense de Autobuses que, tras la temprana muerte de Nicolás Pérez en 1934, heredó su viuda Carmen Limorte. La empresa tuvo una importante expansión por la provincia de Albacete (Martínez Roda, 2024). Los 17 autobuses eran de la marca española Hispano-Suiza, anunciados en la prensa local como de gran lujo, creada en 1904 y que en 1909 había lanzado varios modelos con destino al transporte público, contribuyendo decisivamente a la creación de muchas empresas de transporte de pasajeros. 12 autobuses estaban matriculados en Albacete, 5 en Valencia y uno en Barcelona que estaba destinado al alquiler y era el único con una potencia de 24 caballos, pues el resto era de 22. Todos pagaban la misma cuota de 792 pesetas. La sede de la empresa estaba en la calle Cánovas del Castillo, en la carretera Valencia-Madrid, actual calle Constitución. La zona comercial automovilística de talleres, lugares de venta y otros se localizó en la carretera, sobre todo la actual calle General Pereyra (García Ballesteros, 2020).
– La clase C era para 13 camiones de mercancías: 10 Fords y 3 Chevrolet. 11 de ellos con carga de una tonelada y dos de media tonelada. Dos de ellos se empadronaban en San Antonio, otros dos en Los Isidros, uno en La Portera y otro en Campo Arcís. Casi todos estaban matriculados en Valencia y uno en Albacete, Murcia y Alicante. La cuota era muy variable, entre la menor de 187,50 pesetas y la mayor de 515 pesetas.
– De la clase D establecida para motocicletas no figura ninguna en el padrón.
Para saber más:
. 100 años sobre ruedas: vehículos y conductores en la Región de Murcia. Murcia, Archivo General de la Región de Murcia, 2018, 99 p.
. GARCÍA BALLESTEROS, Marcial. “Primeros vehículos a motor en Requena”. 2020.
. MARTÍNEZ RODA, Federico. “Carmen Limorte: La Requenense”. Oleana: Cuadernos de Cultura Comarcal, 2024, n. 40, p. 207-222.